Mamá, quiero ser jefe

1 marzo 2023

… o youtuber, o influencer, o emprendedor.

¿Sabéis que tienen todos esos términos en común, dichos así? Que están vacíos de contenido.

Añadamos, «… de qué?»: ¿Jefe de qué? ¿Prescriptor de qué? ¿Empresario de qué?

¿Cómo vas a dirigir un negocio si no tienes CONOCIMIENTO ESPECÍFICO Y EXPERTO del negocio en cuestión?

Ya, ya… os oigo. Todos tenemos jefes así y son, en su abrumadora mayoría, parásitos de clase alta. Elementos INCRUSTADOS obligatoriamente en la cadena de valor por ser los propietarios o contactados. Digo parásitos porque extraen renta del trabajo ajeno sin aportar nada.

Entonces, ¿ese puesto es posible? Claro, querido, pero no para ti, hijo y nieto de currela, de ti se espera que generes el valor suficiente para vivir tú y que extraigan aquellos.

Esto siempre ha ocurrido. Muchos chavales tenían estas fantasías de ser famosetes y cosas así, pero había un relato realista en muchas casas y en toda la escuela. Hoy ya no es tan común.

Hoy hay un relato compartido dominante que apoya esta fantasía.

En la ficción, esos héroes que se descubren con poderes, de ascendencia «noble», con un golpe de suerte, y que sin más mérito que su carisma consiguen tomar el cielo del éxito (económico, claro).

Mucha sobreprotección en las familias, (a veces la que nos hubieran dado nuestros padres si hubieran tenido recursos) por dejadez, o por un equivocado concepto de la educación.

Un discurso «abstracto» que huye del conocimiento concreto en la propia escuela/academia (quizá lo más triste y la última defensa que había). Todo plagado de términos vacíos o supuestamente universales, que por más que se desee sin aterrizarlos y conventirlos en conocimiento concreto y específico son menos que el aire con que se dicen.

Quítale los incentivos de mejora y los costes por estancarse a un adolescente y verás… o mejor dicho, a un HUMANO y verás. Los primeros al menos tienen la disculpa de sus pocos años.

Es curioso que se les venda a esto a los chavales desde un mundo adulto que dista mucho de ser así. ¿Son sus padres jefes, o alguna de esas cosas y se rascan la genitalia mientras les entierran en billetes?¿No se parten el lomo por cuenta propia o ajena solo para manternerse más o menos a flote? ¿Hasta donde se pretende llevar la mentira?

La realidad no negocia… tú puedes venir con el discurso que quieras y te podemos diferir la hostia que te vas a dar hasta los dieciocho o un poco más si lo deseas, y así aligeramos la lista de parados, que igual se trata de esto, pero al final, alguien te pedirá que sepas lo que ese papel dice que sabes, o que hagas algo que genere algún beneficio al propietario del capital y los medios de producción que, insisto, no eres tú, colega. Y ahí encontrarás el muro insuperable o superable con muchísimo esfuerzo. Ese esfuerzo que no te apetecía y el discurso dominante te perdonó. Pero ahora tienes veinte años y un futuro muy marcado por ese pasado que te robamos, al engañarte.

Pues claro que era el esfuerzo, ¿qué otra cosa iba a ser en tu caso?

  • Sin patrimonio
  • Sin rentas
  • Sin talentos especiales
  • Sin acceso a crédito
  • Sin contactos

Sólo te queda el esfuerzo y el trabajo… o los golpes de suerte, pero estos no son planificables ni se puede contar con ellos.

También puedes intentar ser un pillo y vivir de estafas antiguas y modernas, pero aun así, ¿te crees el más listo del lugar? ¿Eres el que va a salirse con la suya? Infórmate, cómo son y cómo acaban muchas vidas de este estilo. Y, de nuevo, recuerda quien eres y de donde vienes, cuando te pillen como a todos, recuerda que no tienes ninguna de esas cosas que listaba arriba para salir del entuerto. Hay mucha diferencia entre cómo acaba el banquero ladrón y el roba-gallinas.

Estudiar y aprender es uno de los actos más revolucionarios por el crecimiento personal y por las conclusiones y la organización social que puede lograr. Por eso es un peligro que lo hagáis, (para ellos) y se entiende que desde arriba no se desee. La aterradora pregunta es: ¿Por qué no se quiere desde este mismo sitio donde estamos la mayoría?

Y esto no es para hacerte millonario, simplemente para tener una rica vida interior, poder aportar un poco a tu sociedad y construir entre todos un lugar medianamente civilizado. Si lo que buscas es forrarte en un corto espacio de tiempo y así ser feliz, creo que te han engañado más profundamente aún


¿Quién está al mando?

7 enero 2023

Pensando sobre este hilo tan bueno de mi querido amigo Andrés (excelente docente y experto en actividad física) sobre los periodos de recuperación en el ejercicio, al que añado este otro sobre procrastinación os quería hacer algunas consideraciones.

Sabemos que hay quien entiende el ejercicio, la nutrición o cualquier actividad casi en un sentido religioso imposible de seguir (e inadecuado) salvo para quien haga de eso el centro de tu vida. Pero también sabemos que hay otros que nos proponen cambios de conducta fácilmente asumibles y sostenibles. Ya os he hablado en otra ocasión de Andrés o Daniel en otra ocasión, el segundo es nutricionista.

Y lo que me pregunto, y me preguntaba en mi libro La Cordura de Saberse Loco, es: ¿»Quienes» son esas voces que están en mi cabeza? Esa que dice que no me coma otro trozo de roscón, la que me dice lo mucho que me apetece… y las de siempre, la que me dice que soy un mierda, la que me dice que lo queme todo, la que me dice que molo muchísimo, la que me dice que me zumbe a todo lo que se mueve, o la que me dice que nadie me quiere? ¿Quiénes son y cuál está al mando? Siempre me hace gracia los que te dicen que vivir es tan sencillo como escuchar tu voz interior… ¿¿Cuál??

¿Por qué no recojo esas cosas, son literalmente diez minutos? ¿Por qué no arreglo ese mueble, son otros diez o quince? ¿Por qué no asumo esa rutina de ejercicios sencillo de quince minutos cada tres días o por qué no empiezo con los buenos consejos de Daniel, si no les pongo racionalmente ni un solo pero?

Creo que muchas veces la respuesta es «me apetece» o «no me apetece».

Recordando a mis profes de lengua me pregunto, ¿a quién le apetece? ¿Quién es el sujeto de esa decisión que es la que marca el rumbo de mi vida en ese momento?

Y luego me pregunto: ¿Quién es aquel al que una hora después «le apetece» empezar rutinas de ejercicio, dietas y demás?

Independientemente de que asumamos cierto dualismo o que pensemos en nuestro cuerpo como ese «quien» que va cambiando de opinión, me interesaría saber quién es el que decide qué cosas me apetecen y cuándo, ya que voy a abandonar mis decisiones a los «caprichos» de esas apetencias.

¿Qué es la voluntad, otra apetencia temporal? ¿Podemos hablar de voluntad si siempre se rinde ante «las apetencias»? ¿Debemos ejercer la voluntad «en contra» de esa otra apetencia temporal? ¿Cómo queremos vivir? ¿Cabe desear vivir en contra de esas «apetencias», es realista?

¿Debería tomar decisiones en el estado en el que me siento más «yo» y aplicarlas más allá de mis variabilidades, apetencias momentáneas? Bueno, esta es la tesis de La Cordura de Saberse Loco.

Particularmente, me produce cierto enfado pensar en que mi vida y mis decisiones dependen de por dónde sopla el viento o le «apetece» a un cuerpo, con bastante ausencia de mi control y voluntad, me siento esclavizado… pero quizá es otro sesgo de un mono que ha perdido algo de pelo.


Matarte puede ser un ahorro.

29 diciembre 2022

Ya habrán oído mil veces la descripción de ese «funcionario» que desayuna tres veces y te impide hacer una gestión por una nimiedad mientras él se gestiona en su ordenador del trabajo las próximas vacaciones en sus días de libre disposición. Por supuesto, esto no es inocente, se toma esa imagen como la representación de lo público y se procura entonces la privatización en aras de la adorada «eficiencia».

No es mi intención el análisis de la falacia de la falsa dicotomía, es obvio para quien quiera pensarlo que aquel que la usa lo hace movido por intereses espurios o por su incapacidad de razonar más allá.

Tampoco voy a dibujar al empresario defraudador de impuestos, abusador de sus empleados, enchufado a la «teta» de las concesiones públicas gracias a sus amigos, de fortuna heredada y celebrando sus éxitos en un puticlub de carretera. Estos también existen, como aquellos funcionarios. Echar cuentas de su número, influencia y representatividad en su colectivo no es mi objetivo de hoy.

Hoy quiero hablar de incentivos y costes.

Pensemos un momento en la inteligencia artificial. Digamos que pongo una a cargo de la calefacción del instituto. Quiero que sea eficiente y para ello le pongo dos «objetivos»: Reducir el gasto energético y las quejas de los usuarios. No parece una mala idea.

A los pocos ciclos de entrenamiento ya tiene la solución. Comienza una combustión incompleta del gasoil, se produce monóxido de carbono y mata a todos los estudiantes. A partir de ahí apaga la calefacción con un ahorro total de combustibles y cero quejas. Ha optimizado su funcionamiento con la función coste que le dimos.

Como veis no siempre la maldad es un acto intencionado de alguien perverso, puede ser un efecto colateral de quien no está pensando adecuadamente las soluciones que propone. Aquello del camino al infierno empedrado de buenas intenciones, ya sabéis. Por esta razón no me canso de pedir «corazón y cabeza» y por esto decimos, y les decimos a nuestros alumnos, que estudiar es un acto revolucionario.

Lo «empresarial, emprendedor o gestión privada» como sinónimo de «eficiente» tiene en la teoría y, sobre todo en la práctica, el problema de centrar todo en el balance económico. Pero esto deviene malvado cuando hablamos de servicios, de proveer derechos… de ciudadanos.

Llevar agua, luz, el correo o una línea telefónica a la casa del pueblo de tu abuelita es económicamente poco «eficiente», y pongo TU abuelita, para que los egoístas vean que también hablamos de lo que les conviene a ELLOS.

Si todas estas cosas las va a hacer una empresa cuya función objetivo es maximizar el rendimiento económico y la ley no le obliga a dar provisión a todos los ciudadanos… no va a darle servicio a esa señora. Cuesta más de lo que va a pagar la pobre mujer y ese dinero invertido en un activo más en una gran ciudad reporta mucho más. Es obvio.

Es lo mismo si pienso en un servicio, digo no, en un NEGOCIO sanitario. La quimioterapia es cara. Saca tus propias conclusiones.

Espera, mejor, piensa que uno de cada dos/tres de vosotros vais a desarrollar un cáncer y mira cuántos sois de familia. Egoístas, esto es también para vosotros.

Hace poco decía alguien que el gobierno «ganaba» con cierto impuesto. ¿Ganaba? ¿Es que reparte beneficios, como tu empresa? Eso es el dinero de todos, el tuyo también. Con el que se proveen servicios. El policía al que llamas cuando alguien ha entrado en tu casa, el bombero al que llamas cuando empieza a arder o la ambulancia a la que llamas cuando tienes una parada cardíaca… Esos servicios.

También recientemente, una baja por enfermedad de un pediatra hizo que no hubiera nadie para atender adecuadamente a un pequeño que llegó muy grave a un centro sanitario… y murió.

Esto no es nuevo, amortizar plazas de jubilados, «tardar» en reemplazar bajas (anunciadas con meses) y otras prácticas similares son económicamente favorables. Reducen «gasto» de forma inmediata. Ese mes hay menos sueldos que pagar. Como debería ser evidente, «menos gastos y menos servicio» no es la definición de eficiente (recordad la calefacción). Eficiente es dar el mismo (¡o mejor!) servicio con menos gasto.

Con toda intención he puesto «gasto» que es el término del que gustan abusar los que consideran una «inversión» a las «ayudas» públicas a su empresa, y un «gasto» a la medicación de tu madre… ese camino hará que la acabemos llamando un «lujo», olvidándonos de que es un DERECHO.

Resumiendo, no es tanto por los algunos de esos psicópatas que están a cargo de puestos de poder en lo público y en lo privado, sino por cuáles son nuestros «objetivos», nuestros «costes», nuestros «incentivos» y sus efectos colaterales. ¿Qué es lo que intentamos maximizar cuando hablarmos de «eficiencia»? ¿El alcance del servicio, su calidad o el ahorro de la partida correspondiente?

Por supuesto no me dirijo a los malvados, contra ellos sólo cabe la lucha, despojarles de su poder y mandarles a la cárcel por todo el daño hecho y para evitar males mayores. Mi intención es que quienes tienen buenas intenciones (o un egoísmo poco reflexivo) vean la necesidad de regular y de establecer qué es lo primero y principal, qué es lo que hay que maximizar cuando usamos NUESTRO dinero para proveer NUESTROS servicios.

No podemos hacer que el bien común dependa de héroes, mártires o la pura casualidad. Debe ser la consecuencia de un sistema bien diseñado. Hagmos que así sea. Corazón… y cabeza. Urge.


«Yo no puedo hablar de lo general» Es justo al revés

17 diciembre 2022

El otro día, comiendo con unos compañeros, hablábamos de la brecha de género en los ingresos.

Les comenté que tenía una práctica hecha, usando datos masivos, que «cantaba por soleares».

Que hay una brecha es una obviedad estadística en la que no cabe discusión. Sobre su tamaño y razones, sí.

Les conté que los estudios apuntan a que una parte tiene que ver con los trabajos a tiempo parcial «no deseados», que recaen estadísticamente más en ellas por cuidado de ascendientes o descendientes, por ejemplo.

Aquí surgió una discusión sobre si se elige libremente, si se disfruta ese paréntesis por la crianza… y una compañera dijo la frase del título: Yo no puedo hablar de lo general.

Pues es, precisamente, de lo ÚNICO que podemo hablar/discutir. Las experiencias privadas, cómo se viven, qué razones llevan a cada uno y qué intereses les motivan es algo que de lo que sólo saben sus protagonistas, y a veces ni eso. Algunos me miraron raro cuando dije «¿Quién es libre aquí, quién no está mediatizado?» Solo un compañero asintió a esto como la obviedad que a mí también me parece.

Cuando seis alumnos me piden ir al baño durante la clase, les digo que los seis no se mean, que no sé quién, pero los seis, no.

Los patrones generales y su estudio son los que nos muestran lo que pasa de fondo. Cada caso particular será un mundo, y tú sabrás si eres un ejemplo de la tendencia o una excepción… si es que lo sabes, repito.

Es una pérdida de tiempo discutir sobre casos particulares, ojo DISCUTIR, digo. Nos los contamos y nos escuchamos las reflexiones que hemos hecho sobre nuestra historia personal porque nos tenemos aprecio, pero, como suele decirse, «el plural de anécdota no es dato».

Así que, seguiré aconsejando a mis alumnas que no pierdan su independencia económica ni descuiden su «trayectoria laboral», porque es un excelente consejo general en el mundo en que vivimos. Si alguna escoge otro camino y le va bien, pues chupi. Su vida, sus decisiones, sus resultados… son suyos para bien o para mal. El consejo general sigue siendo el mismo, porque la tendencia general y los datos siguen indicando lo mismo.

Dejo este fantástico gráfico que cuenta muchas cosas. Tomado de Educando en Igualdad. Quien tenga duda, que busque otro, hay multitud… porque es un HECHO.


Simulación de LED RGB con Arduino… y vistazo al código

16 diciembre 2022

Os dejo un vídeo en el que conectamos un RGB a una tarjeta Arduino y lo programamos para ver distintos colores y secuencias de colores.

Aprovecho para dar un vistazo juntos al código correspondiente y que vayamos perdiendo un poco el miedo.

A ver si os gusta


Práctica de robótica virtual con OpenRoberta

15 diciembre 2022

Os dejo por aquí esta práctica de un robot buscador hecha en el entorno OpenRoberta

Es un pelín más complejo que otras cosas que os comparto, pero empieza desde una idea sencilla y vamos completando y perfeccionando el proyecto. Uno de los objetivos es ir pasando por las distintas posibilidades tanto del lenguaje de programación como del hardware del robot.

Aunque se pueda usar como un entorno puramente virtual, este entorno está pensado para probar programas que vayan luego sobre robots reales, por lo que su comportamiento es «poco exacto», no te va a girar o a moverse con la precisión de Scratch, sino con la «imprecisión» de un robot real. De esta forma la programación es «realista», lo que le añade un atractivo más.

Agradezco a los creadores de este entorno su trabajo y, por supuesto al INTEF que es quien ha confiado en mí para escribir esta actividad y la comparte en su web.


No podemos ponernos de acuerdo

14 diciembre 2022

Hoy una alumna ha hecho una muy buena presentación, coronada por un interesante turno de preguntas.
Trataba sobre su religión, mitos, distorsiones y su propia visión de ella, incidiendo mucho en que, tanto ella como sus creencias, tenían como un firme pilar el respeto a las ideas de los demás.
He aprovechado para hacerles unas observaciones que dejo por aquí para la consideración de quien lo desee.
Las religiones, creencias o ideologías pueden ser analizadas de varias formas.
Primero: ¿Son por propia definición perniciosas? Quiero decir, si mi primer mandamiento es matar fontaneros, eso está feo.
Sigamos: ¿Han sido sus concreciones algo negativo? Hemos visto como se han convertido en tiranías sangrientas las ideologías más liberadoras sobre el papel.
Y más: ¿Invalidan esos ejemplos la ideología o es sólo que aquellos que dijeron encarnarlas traicionaron sus propios principios?
Terrible idea: ¿Podría ser que lo que el papel acogió sea metafísicamente imposible de llevar a cabo?
Y más terrible aún: ¿Son quienes nos «venden» esas maravillas, lobos con piel de cordero? No es que sea un problema su concreción, ¿Y si nunca hubo más intención que entrar el caballo de Troya en las murallas y arrasar con todo?
Muchos problemas tenemos en estas preguntas… pero quiero, o no puedo dejar de ver, más problemas.
Y es algo que se niega o incluso de lo algunos nos quieren hacer sentir culpables por pensarlo.
No podemos ponernos de acuerdo.
No en todo, no en cosas muy graves y no en actos que solo pueden hacerse una vez, en un sentido o en otro.
Y tampoco vale «que cada uno haga lo que quiera» porque no somos entes aislados. Vivir salpica.
Y porque tenemos que construir sociedad, legislar para todos y tomar decisiones sobre personas a nuestro cargo, como los menores.
Mirad: ¿Hay quien piensa que las mujeres no deberían tener los mismos derechos que los hombres? Lleguemos a un acuerdo, ¿lo dejamos en la mitad?
¿Qué hacemos con el hijo de aquellos que piensan que no deben hacerse transfusiones? ¿O que no deben ir a la escuela?
¿Que hacemos con aquellos cuya ideología les hace pensar que lo que yo SOY está mal, ya sea homosexual, negro o… fontanero?
¿Qué siento cuando dicen que está mal vivir como vivo, pero que me respetan? ¿De verdad me respetan en su interior? ¿Y en su exterior? ¿Votan para que me quiten derechos? ¿Intentan que las leyes reflejen sus ideas y acaben siendo impuestas?
Insisto, hay quien piensa que puedo follar con Paco, pero que no adopte.. pero que no «provoque» besándome en público.. pero que no lo haga al menos delante de sus hijos..
¿Qué acuerdo es posible? ¿Y a esos hijos en la escuela, podemos hablarles de la declaración de los derechos humanos o es interferir con la crianza que quieren darles? ¿Son esos niños sujetos de derecho, del derecho a que le formen en los derechos humanos en los que yo creo, o en la ideología de sus padres?
El respeto al otro no es la panacea que nos venden. En realidad, la concreción de ese respeto suele parecerse más a conceder al otro el derecho a vivir como a MÍ me parece adecuado.
Y, ¿cómo, oh, Panadero, se resuelve esto?
No lo sé, sólo me pone triste y veo muchos ojos brillando en la oscuridad y sonrisas llenas de afilados dientes, que se quieren comer a muchos débiles y a mí mismo.
No estoy en el estado de ánimo de mirar, sin hacer nada, cómo devoran a pequeños, maltratan a diferentes o me negocian dejarme un muslo si les dejo comerse el otro.
Estas diferencias, históricamente, se han resuelto a hostias
Bueno… y contemporáneamente también.
¿Es eso todo lo que nos espera, pelear?
¿No existirá un cuerpo común en el todos (o casi) estemos ya de acuerdo?


Nos queda el viaje. Sobre humanos e IA

9 diciembre 2022

Un estudio afirmaba que una determinada metodología era poco efectiva si no iba acompañada de una reflexión durante y después del proceso de aprendizaje.

Me quedé un poco sorprendido…

A ver… NADA en la vida tiene sentido sin ser vivido desde esa reflexión durante y después.

Lo contrario hacen aquellos de los que decimos que «Ellos pasan por la vida, pero la vida no pasa por ellos». Gente a la que experiencias (casi inevitablemente) transformadoras no les hacen ni una muesca.

Suelo decir que «El viaje siempre es interior» refiriéndome a esta actitud de vivencia profunda y revisión propia.

Dicen que Verne, el escritor de viajes por antonomasia, no salió mucho de su región.

En este rato que llevo triscando por el mundo, os puedo asegurar que mucho puede aprenderse también de las experiencias y vivencias de otros; a la luz de la observación, de escucharles o de leerles.. sí, leerles, también a los muertos que nos hablan desde las páginas. ¿No es mágico esto?

Por supuesto, la educación, en tanto que faceta de la vida, no escapa de este principio general. Y tanto los buenos aprendices (que los hay malos), como los buenos maestros (que los hay malos), andan en revisión continua y en una dialéctica constante… más allá de los requisitos burocráticos que cargan sobre unos y otros.

Por los tiempos que vivimos, se hace necesario decir que la revisión no es necesariamente «cambio radical», a veces es acentuar, también radicalmente, aquello que funciona.

Y llegó el subidón actual de la inteligencia artificial.. cuya parte más interesante es siempre como nos interpela como humanos.

¿Tiene sentido programar si una IA lo hace mejor que yo?

¿Tiene sentido escribir si una IA lo hace mejor que yo?

Pero mirad, no son preguntas nuevas.

¿Tiene sentido pintar si una foto es mucho más precisa?

¿Tiene sentido tornear una vasija si una máquina lo hace mejor?

De hecho, ¿tiene sentido escribir o pintar si otro humano lo hace mejor que yo?

Hubo tiempos donde esas actividades humanas era necesarias por los productos que generaban, y de ahí toda la labor artesana, pero hoy se siguen haciendo. ¿Por qué?

Por el viaje, queridos.

¿Qué me pasa cuando pinto, torneo, escribo, pienso un algoritmo?

¿Qué me queda después? ¿Quién emerge después?

Pueden enseñar a jugar al ajedrez a sus hijos y nietos, más allá de que las máquinas son ya imposibles de alcanzar en ese aspecto, pueden mirar un paisaje y analizar sus formas y colores para hacer una acuarela, pueden intentar pensar y pensarse, para después contarnos y contarse en sus escritos.

Pueden y deben.

El viaje aún no ha terminado.

Exploren conmigo La zona intermedia.


Banco de preguntas sobre código de colores de resistencias

1 diciembre 2022

Fuente: Wikipedia

Os comparto un pequeño recurso que espero que os libere de unas horillas de trabajo.

La idea es poder hacer preguntas aleatorias sobre resistencias: dado el valor nominal decir el color de los anillos y viceversa.

El problema al hacerlo con Moodle directamente es vincular los colores con los números, algo que en Python es tan simple como hacer una lista. Así que me he puesto…

Solución:

  • He creado decenas de preguntas con valores aleatorios de resistencias en formato GIFT directamente importable desde Moodle.
  • PODEIS IMPORTARLO DIRECTAMENTE, NO TENÉIS QUE PROGRAMAR NADA.
  • Después, en el cuestionario añadís una pregunta aleatoria (o las que queráis) de esa categoría y tomará una diferente para cada estudiante.

Si alguien está interesado en el código para reutilizarlo o generarse más preguntas, os lo adjunto también.


Funciones en Python. Iniciación, con ejemplos

29 noviembre 2022

Aquí os dejo, para quien pudiera servir, esta recopilación/resumen sobre funciones en Python

Fundamentalmente pensado para principiantes, estudiantes y profesores que busquen material de apoyo.

El documento tiene licencia Creative Commons para que pueda llegar a todo el mundo pero, sin duda, se agradece el apoyo de quien lo considere oportuno y pueda hacerlo. Aquí os dejo mi ko-fi