Soluciones tecnológicas de baja tecnología

14 abril 2023

Fuente

«Low Tech» es un término, que surge de aquel «High Tech» que nos prometía aparatos de «Alta Tecnología». En este caso, se nos prometen de «baja». ¿Es una broma?

Muy lejos de eso, en Tecnología hablamos de Low Tech para referirnos a aparatos/sistemas/etc que son:

  • Sencillos
  • Baratos
  • Fáciles de construir
  • Fáciles de operar
  • Fáciles de mantener
  • Eficientes

Dos ejemplos paradigmáticos son nuestro querido botijo, que ENFRÍA el agua estando a pleno sol sin pilas, enchufes ni gasto extra de energía y el sifón que nos genera un tapón hermético, siempre limpio y que nunca hay que «destapar» solucionando el problema de tener un desagüe lleno de mierda en casa.

Acabo de tener una interacción con un compañero que necesitaba un código en HTML para poder ocultar un texto en una página web y que pudiera consultarse después. Como la solución a un problema o una adivinanza.

En lugar de eso, le he ofrecido una solución de «baja tecnología… tecnológica».

Se trata de poner el texto del mismo color que tiene el fondo. Así no se verá… hasta que selecciones ese texto, lo que hace que cambie de color y se pueda ver. Os pongo un ejemplo justo en un párrafo debajo de este

QUIÉRANSE MUCHO Y DÉJENSE QUERER

Si seleccionáis lo el hueco que tenéis aquí encima (o con triple click) os saldrá el mensaje oculto, uno muy importante: el secreto del buen vivir.

Lo bueno de este truco es que podéis usarlo en cualquier editor de texto y hacer un PDF de adivinanzas o de problemas sin necesidad de usar tecnología compleja.

Una solución que resuelve el problema, fácil de llevar a cabo y utilizable en multitud de formatos. Creo que se ha ganado el honroso adjetivo de «Low Tech».

Como anécdota os diré que casi no contesto al compañero por entender que era una cosa que todo el mundo conoce… pero eso no existe, compartid y explicad siempre, a alguien le puede ayudar.

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El rosa no existe… ni el blanco tampoco

10 marzo 2023

Ya sabemos que cualquier percepción es subjetiva y se produce por la intervención de los sentidos y el procesamiento del cerebro. En ese sentido podríamos decir que ningún color existe en realidad, que todo es un modelo del mundo que nos hacemos en la mente… pero el caso del rosa, me refiero al «magenta», es diferente. Hablemos de colores.

Llamamos luz a una estrecha porción del espectro electromangético que somos capaces de percibir por los ojos, que en la imagen etá ampliada para ver los colores que la componen.

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Esto quiere decir que cuando hablamos de una luz amarilla, como las de las lámparas de sodio de las tradicionales farolas, estamos hablando de unas ondas electromagnéticas de una longitud de onda de quinientos y pico nanometros.

Esta es la realidad física. ¿Cómo la percibe la retina?

En la retina hay dos tipos de células fotorreceptoras, los conos y los bastones. Los bastones son más sensibles y son capaces de activarse en condiciones de baja luminosidad, pero no nos dan información sobre el color (por eso aquello de «De noche todos los gatos son pardos»). Los conos, en cambio, nos dan información sobre el color, aunque necesiten de cierta intensidad para poder funcionar adecuadamente.

Hay tres tipos de conos, uno sensible al rojo, otro al verde y otro al azul.

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Fijémomos en varias cosas:

  • La respuesta de cada cono es máxima para un cierto color, pero también se extiende a colores próximos
  • Los conos no son igual de «sensibles». Por eso una luz azul se percibe menos «brillante» que una amarilla de la misma intensidad
  • La curva discontinua sería la sensibilidad «total» de la retina que podéis ver está centrada en el verde-amarillo.

Olvidándonos de la sensibilidad relativa, para que veamos más claras las «mezclas», tendríamos esta gráfica

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Analicemos varios casos:

Nota: Cuando digamos conos rojos, verdes o azules, queremos decir conos sensibles a esos colores, no que sean de ese color)

¿Qué ocurre cuando miramos una luz roja o azul? Los conos de los otros dos colores no se activan demasiado y nuestro cerebro, interpreta que si viene luz del «canal» rojo, es que será roja, lo mismo para la azul.

¿Qué ocurre en el caso del verde? Como la sensibilidad de los conos verdes es más alta relativamente (recordad la gráfica anterior) de nuevo, la señal que llega al cerebro del canal «verde» es relativamente mucho más intensa y percibimos verde.

¿Qué ocurre si miramos una luz de entre 400 y 500 nm, de color «cyan»? En este caso al cerebro llegará información de dos «canales», el azul y el verde. El cerebro interpreta que cuando le llega información azul y verde a la vez, el color que debe haber en la realidad es el cyan.

De manera similar, si miramos luz amarilla, serán los conos verde y rojo los que más señal mandarán al cerebro, quien interpreta que si le llega información del canal rojo y el verde es que la luz debe ser amarilla.

ATENCIÓN, ENTONCES. MUY IMPORTANTE.

NO es que la «SUMA» de rojo y verde sea igual al amarillo. Es que mi cerebro PERCIBE igual una mezcla de rojo y verde que un color amarillo puro.https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/e0/Synthese%2B.svg/800px-Synthese%2B.svg.png

Físicamente UNA onda de luz amarilla es algo muy diferente a DOS ondas una roja y una verde. Es mi limitada percepción la que percibe ambas cosas iguales.

Así que esta conocida figura de los colores primarios y secundarios luz, no explica un proceso físico de mezcla de luces, sino la percepción que tenemos, dado que sólo poseemos tres fotorreceptores.

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De la misma forma, cuando se estimulan los tres canales de color, el cerebro nos da la sensación «blanco» que NO ES NINGÚN COLOR concreto. No existe una onda electromagnética que sea blanca. Mirad el espectro si no me creéis.

La luz que viene del Sol decimos que es blanca, porque así la vemos pero, en realidad son muchas ondas correspondientes a colores distintos, como se puede ver si la hacemos pasar por un prisma o miramos el arco iris.

Con lo que ya sabemos, os daréis cuenta de que, para verla blanca, no es necesario que una radiación tenga TODOS los colores del espectro, bastaría con que tenga los suficientes para estimular los tres conos (un poco de rojo, de verde y de azul).

Esto, que puede entenderse como una limitación, lo usamos tecnológicamente a nuestro favor a la hora de construir nuestras pantallas.

Cada uno de los puntos que las componen (pixeles) están a su vez compuestos por TRES pequeños puntos, uno rojo, otro verde y otro azul.

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Haciendo que cada uno de ellos brille con distinta intensidad, podemos conseguir que nuestro cerebro «perciba» todos los posibles colores… SIN que estemos en realidad produciendo esos colores. Insisto, en lugar de producir luz amarilla, damos luz verde y roja, y al cerebro LE DA IGUAL.

Como curiosidad fijaos también que el «defecto» del ojo para percibir puntos muy pequeños también trabaja a nuestro favor en este caso para que nos parezca que la pantalla es continua.

Y, para terminar, volvamos al título, ¿qué pasa con el magenta?

Si te fijas en la sensibilidad de los conos, verás que entre los tres «cubren» todo el espectro. De manera que los colores intermedios estimulan los diferentes conos en distinto grado. Así es lógico que el cyan aparezca con el estímulo del azul y el verde y el amarillo con la estimulación del verde y el rojo, pero… ¿y el magenta? ¿Cuál es el resultado de estimular los dos conos extremos SIN estimular el cono central? ¿Cuál es el color «todos menos el verde»?

La sensación, la percepción es el magenta. De acuerdo. Ve a mirar el espectro. No está. No existe. No hay ningún color puro de ninguna longitud de onda que sea magenta.

Al igual que el blanco, no hay una onda que sea blanca. Lo que hay es una «sensación» que se produce ante cierto estímulo. Si me activas los tres conos, la sensación es blanco. Si me quitas la componente verde (sólo estimulas rojo y azul), la sensación es magenta. LA SENSACIÓN.

Quiza os incomode, quizá cueste verlo al principio… pero es una interesante reflexión, sobre todo por lo que cuenta implícitamente: El mundo que percibo, el modelo de la realidad que se crea en mi cerebro, es tan estrecho como mi capacidad de percibir y procesar.


Mamá, quiero ser jefe

1 marzo 2023

… o youtuber, o influencer, o emprendedor.

¿Sabéis que tienen todos esos términos en común, dichos así? Que están vacíos de contenido.

Añadamos, «… de qué?»: ¿Jefe de qué? ¿Prescriptor de qué? ¿Empresario de qué?

¿Cómo vas a dirigir un negocio si no tienes CONOCIMIENTO ESPECÍFICO Y EXPERTO del negocio en cuestión?

Ya, ya… os oigo. Todos tenemos jefes así y son, en su abrumadora mayoría, parásitos de clase alta. Elementos INCRUSTADOS obligatoriamente en la cadena de valor por ser los propietarios o contactados. Digo parásitos porque extraen renta del trabajo ajeno sin aportar nada.

Entonces, ¿ese puesto es posible? Claro, querido, pero no para ti, hijo y nieto de currela, de ti se espera que generes el valor suficiente para vivir tú y que extraigan aquellos.

Esto siempre ha ocurrido. Muchos chavales tenían estas fantasías de ser famosetes y cosas así, pero había un relato realista en muchas casas y en toda la escuela. Hoy ya no es tan común.

Hoy hay un relato compartido dominante que apoya esta fantasía.

En la ficción, esos héroes que se descubren con poderes, de ascendencia «noble», con un golpe de suerte, y que sin más mérito que su carisma consiguen tomar el cielo del éxito (económico, claro).

Mucha sobreprotección en las familias, (a veces la que nos hubieran dado nuestros padres si hubieran tenido recursos) por dejadez, o por un equivocado concepto de la educación.

Un discurso «abstracto» que huye del conocimiento concreto en la propia escuela/academia (quizá lo más triste y la última defensa que había). Todo plagado de términos vacíos o supuestamente universales, que por más que se desee sin aterrizarlos y conventirlos en conocimiento concreto y específico son menos que el aire con que se dicen.

Quítale los incentivos de mejora y los costes por estancarse a un adolescente y verás… o mejor dicho, a un HUMANO y verás. Los primeros al menos tienen la disculpa de sus pocos años.

Es curioso que se les venda a esto a los chavales desde un mundo adulto que dista mucho de ser así. ¿Son sus padres jefes, o alguna de esas cosas y se rascan la genitalia mientras les entierran en billetes?¿No se parten el lomo por cuenta propia o ajena solo para manternerse más o menos a flote? ¿Hasta donde se pretende llevar la mentira?

La realidad no negocia… tú puedes venir con el discurso que quieras y te podemos diferir la hostia que te vas a dar hasta los dieciocho o un poco más si lo deseas, y así aligeramos la lista de parados, que igual se trata de esto, pero al final, alguien te pedirá que sepas lo que ese papel dice que sabes, o que hagas algo que genere algún beneficio al propietario del capital y los medios de producción que, insisto, no eres tú, colega. Y ahí encontrarás el muro insuperable o superable con muchísimo esfuerzo. Ese esfuerzo que no te apetecía y el discurso dominante te perdonó. Pero ahora tienes veinte años y un futuro muy marcado por ese pasado que te robamos, al engañarte.

Pues claro que era el esfuerzo, ¿qué otra cosa iba a ser en tu caso?

  • Sin patrimonio
  • Sin rentas
  • Sin talentos especiales
  • Sin acceso a crédito
  • Sin contactos

Sólo te queda el esfuerzo y el trabajo… o los golpes de suerte, pero estos no son planificables ni se puede contar con ellos.

También puedes intentar ser un pillo y vivir de estafas antiguas y modernas, pero aun así, ¿te crees el más listo del lugar? ¿Eres el que va a salirse con la suya? Infórmate, cómo son y cómo acaban muchas vidas de este estilo. Y, de nuevo, recuerda quien eres y de donde vienes, cuando te pillen como a todos, recuerda que no tienes ninguna de esas cosas que listaba arriba para salir del entuerto. Hay mucha diferencia entre cómo acaba el banquero ladrón y el roba-gallinas.

Estudiar y aprender es uno de los actos más revolucionarios por el crecimiento personal y por las conclusiones y la organización social que puede lograr. Por eso es un peligro que lo hagáis, (para ellos) y se entiende que desde arriba no se desee. La aterradora pregunta es: ¿Por qué no se quiere desde este mismo sitio donde estamos la mayoría?

Y esto no es para hacerte millonario, simplemente para tener una rica vida interior, poder aportar un poco a tu sociedad y construir entre todos un lugar medianamente civilizado. Si lo que buscas es forrarte en un corto espacio de tiempo y así ser feliz, creo que te han engañado más profundamente aún


¿Quién está al mando?

7 enero 2023

Pensando sobre este hilo tan bueno de mi querido amigo Andrés (excelente docente y experto en actividad física) sobre los periodos de recuperación en el ejercicio, al que añado este otro sobre procrastinación os quería hacer algunas consideraciones.

Sabemos que hay quien entiende el ejercicio, la nutrición o cualquier actividad casi en un sentido religioso imposible de seguir (e inadecuado) salvo para quien haga de eso el centro de tu vida. Pero también sabemos que hay otros que nos proponen cambios de conducta fácilmente asumibles y sostenibles. Ya os he hablado en otra ocasión de Andrés o Daniel en otra ocasión, el segundo es nutricionista.

Y lo que me pregunto, y me preguntaba en mi libro La Cordura de Saberse Loco, es: ¿»Quienes» son esas voces que están en mi cabeza? Esa que dice que no me coma otro trozo de roscón, la que me dice lo mucho que me apetece… y las de siempre, la que me dice que soy un mierda, la que me dice que lo queme todo, la que me dice que molo muchísimo, la que me dice que me zumbe a todo lo que se mueve, o la que me dice que nadie me quiere? ¿Quiénes son y cuál está al mando? Siempre me hace gracia los que te dicen que vivir es tan sencillo como escuchar tu voz interior… ¿¿Cuál??

¿Por qué no recojo esas cosas, son literalmente diez minutos? ¿Por qué no arreglo ese mueble, son otros diez o quince? ¿Por qué no asumo esa rutina de ejercicios sencillo de quince minutos cada tres días o por qué no empiezo con los buenos consejos de Daniel, si no les pongo racionalmente ni un solo pero?

Creo que muchas veces la respuesta es «me apetece» o «no me apetece».

Recordando a mis profes de lengua me pregunto, ¿a quién le apetece? ¿Quién es el sujeto de esa decisión que es la que marca el rumbo de mi vida en ese momento?

Y luego me pregunto: ¿Quién es aquel al que una hora después «le apetece» empezar rutinas de ejercicio, dietas y demás?

Independientemente de que asumamos cierto dualismo o que pensemos en nuestro cuerpo como ese «quien» que va cambiando de opinión, me interesaría saber quién es el que decide qué cosas me apetecen y cuándo, ya que voy a abandonar mis decisiones a los «caprichos» de esas apetencias.

¿Qué es la voluntad, otra apetencia temporal? ¿Podemos hablar de voluntad si siempre se rinde ante «las apetencias»? ¿Debemos ejercer la voluntad «en contra» de esa otra apetencia temporal? ¿Cómo queremos vivir? ¿Cabe desear vivir en contra de esas «apetencias», es realista?

¿Debería tomar decisiones en el estado en el que me siento más «yo» y aplicarlas más allá de mis variabilidades, apetencias momentáneas? Bueno, esta es la tesis de La Cordura de Saberse Loco.

Particularmente, me produce cierto enfado pensar en que mi vida y mis decisiones dependen de por dónde sopla el viento o le «apetece» a un cuerpo, con bastante ausencia de mi control y voluntad, me siento esclavizado… pero quizá es otro sesgo de un mono que ha perdido algo de pelo.


Matarte puede ser un ahorro.

29 diciembre 2022

Ya habrán oído mil veces la descripción de ese «funcionario» que desayuna tres veces y te impide hacer una gestión por una nimiedad mientras él se gestiona en su ordenador del trabajo las próximas vacaciones en sus días de libre disposición. Por supuesto, esto no es inocente, se toma esa imagen como la representación de lo público y se procura entonces la privatización en aras de la adorada «eficiencia».

No es mi intención el análisis de la falacia de la falsa dicotomía, es obvio para quien quiera pensarlo que aquel que la usa lo hace movido por intereses espurios o por su incapacidad de razonar más allá.

Tampoco voy a dibujar al empresario defraudador de impuestos, abusador de sus empleados, enchufado a la «teta» de las concesiones públicas gracias a sus amigos, de fortuna heredada y celebrando sus éxitos en un puticlub de carretera. Estos también existen, como aquellos funcionarios. Echar cuentas de su número, influencia y representatividad en su colectivo no es mi objetivo de hoy.

Hoy quiero hablar de incentivos y costes.

Pensemos un momento en la inteligencia artificial. Digamos que pongo una a cargo de la calefacción del instituto. Quiero que sea eficiente y para ello le pongo dos «objetivos»: Reducir el gasto energético y las quejas de los usuarios. No parece una mala idea.

A los pocos ciclos de entrenamiento ya tiene la solución. Comienza una combustión incompleta del gasoil, se produce monóxido de carbono y mata a todos los estudiantes. A partir de ahí apaga la calefacción con un ahorro total de combustibles y cero quejas. Ha optimizado su funcionamiento con la función coste que le dimos.

Como veis no siempre la maldad es un acto intencionado de alguien perverso, puede ser un efecto colateral de quien no está pensando adecuadamente las soluciones que propone. Aquello del camino al infierno empedrado de buenas intenciones, ya sabéis. Por esta razón no me canso de pedir «corazón y cabeza» y por esto decimos, y les decimos a nuestros alumnos, que estudiar es un acto revolucionario.

Lo «empresarial, emprendedor o gestión privada» como sinónimo de «eficiente» tiene en la teoría y, sobre todo en la práctica, el problema de centrar todo en el balance económico. Pero esto deviene malvado cuando hablamos de servicios, de proveer derechos… de ciudadanos.

Llevar agua, luz, el correo o una línea telefónica a la casa del pueblo de tu abuelita es económicamente poco «eficiente», y pongo TU abuelita, para que los egoístas vean que también hablamos de lo que les conviene a ELLOS.

Si todas estas cosas las va a hacer una empresa cuya función objetivo es maximizar el rendimiento económico y la ley no le obliga a dar provisión a todos los ciudadanos… no va a darle servicio a esa señora. Cuesta más de lo que va a pagar la pobre mujer y ese dinero invertido en un activo más en una gran ciudad reporta mucho más. Es obvio.

Es lo mismo si pienso en un servicio, digo no, en un NEGOCIO sanitario. La quimioterapia es cara. Saca tus propias conclusiones.

Espera, mejor, piensa que uno de cada dos/tres de vosotros vais a desarrollar un cáncer y mira cuántos sois de familia. Egoístas, esto es también para vosotros.

Hace poco decía alguien que el gobierno «ganaba» con cierto impuesto. ¿Ganaba? ¿Es que reparte beneficios, como tu empresa? Eso es el dinero de todos, el tuyo también. Con el que se proveen servicios. El policía al que llamas cuando alguien ha entrado en tu casa, el bombero al que llamas cuando empieza a arder o la ambulancia a la que llamas cuando tienes una parada cardíaca… Esos servicios.

También recientemente, una baja por enfermedad de un pediatra hizo que no hubiera nadie para atender adecuadamente a un pequeño que llegó muy grave a un centro sanitario… y murió.

Esto no es nuevo, amortizar plazas de jubilados, «tardar» en reemplazar bajas (anunciadas con meses) y otras prácticas similares son económicamente favorables. Reducen «gasto» de forma inmediata. Ese mes hay menos sueldos que pagar. Como debería ser evidente, «menos gastos y menos servicio» no es la definición de eficiente (recordad la calefacción). Eficiente es dar el mismo (¡o mejor!) servicio con menos gasto.

Con toda intención he puesto «gasto» que es el término del que gustan abusar los que consideran una «inversión» a las «ayudas» públicas a su empresa, y un «gasto» a la medicación de tu madre… ese camino hará que la acabemos llamando un «lujo», olvidándonos de que es un DERECHO.

Resumiendo, no es tanto por los algunos de esos psicópatas que están a cargo de puestos de poder en lo público y en lo privado, sino por cuáles son nuestros «objetivos», nuestros «costes», nuestros «incentivos» y sus efectos colaterales. ¿Qué es lo que intentamos maximizar cuando hablarmos de «eficiencia»? ¿El alcance del servicio, su calidad o el ahorro de la partida correspondiente?

Por supuesto no me dirijo a los malvados, contra ellos sólo cabe la lucha, despojarles de su poder y mandarles a la cárcel por todo el daño hecho y para evitar males mayores. Mi intención es que quienes tienen buenas intenciones (o un egoísmo poco reflexivo) vean la necesidad de regular y de establecer qué es lo primero y principal, qué es lo que hay que maximizar cuando usamos NUESTRO dinero para proveer NUESTROS servicios.

No podemos hacer que el bien común dependa de héroes, mártires o la pura casualidad. Debe ser la consecuencia de un sistema bien diseñado. Hagmos que así sea. Corazón… y cabeza. Urge.


«Yo no puedo hablar de lo general» Es justo al revés

17 diciembre 2022

El otro día, comiendo con unos compañeros, hablábamos de la brecha de género en los ingresos.

Les comenté que tenía una práctica hecha, usando datos masivos, que «cantaba por soleares».

Que hay una brecha es una obviedad estadística en la que no cabe discusión. Sobre su tamaño y razones, sí.

Les conté que los estudios apuntan a que una parte tiene que ver con los trabajos a tiempo parcial «no deseados», que recaen estadísticamente más en ellas por cuidado de ascendientes o descendientes, por ejemplo.

Aquí surgió una discusión sobre si se elige libremente, si se disfruta ese paréntesis por la crianza… y una compañera dijo la frase del título: Yo no puedo hablar de lo general.

Pues es, precisamente, de lo ÚNICO que podemo hablar/discutir. Las experiencias privadas, cómo se viven, qué razones llevan a cada uno y qué intereses les motivan es algo que de lo que sólo saben sus protagonistas, y a veces ni eso. Algunos me miraron raro cuando dije «¿Quién es libre aquí, quién no está mediatizado?» Solo un compañero asintió a esto como la obviedad que a mí también me parece.

Cuando seis alumnos me piden ir al baño durante la clase, les digo que los seis no se mean, que no sé quién, pero los seis, no.

Los patrones generales y su estudio son los que nos muestran lo que pasa de fondo. Cada caso particular será un mundo, y tú sabrás si eres un ejemplo de la tendencia o una excepción… si es que lo sabes, repito.

Es una pérdida de tiempo discutir sobre casos particulares, ojo DISCUTIR, digo. Nos los contamos y nos escuchamos las reflexiones que hemos hecho sobre nuestra historia personal porque nos tenemos aprecio, pero, como suele decirse, «el plural de anécdota no es dato».

Así que, seguiré aconsejando a mis alumnas que no pierdan su independencia económica ni descuiden su «trayectoria laboral», porque es un excelente consejo general en el mundo en que vivimos. Si alguna escoge otro camino y le va bien, pues chupi. Su vida, sus decisiones, sus resultados… son suyos para bien o para mal. El consejo general sigue siendo el mismo, porque la tendencia general y los datos siguen indicando lo mismo.

Dejo este fantástico gráfico que cuenta muchas cosas. Tomado de Educando en Igualdad. Quien tenga duda, que busque otro, hay multitud… porque es un HECHO.


Nos queda el viaje. Sobre humanos e IA

9 diciembre 2022

Un estudio afirmaba que una determinada metodología era poco efectiva si no iba acompañada de una reflexión durante y después del proceso de aprendizaje.

Me quedé un poco sorprendido…

A ver… NADA en la vida tiene sentido sin ser vivido desde esa reflexión durante y después.

Lo contrario hacen aquellos de los que decimos que «Ellos pasan por la vida, pero la vida no pasa por ellos». Gente a la que experiencias (casi inevitablemente) transformadoras no les hacen ni una muesca.

Suelo decir que «El viaje siempre es interior» refiriéndome a esta actitud de vivencia profunda y revisión propia.

Dicen que Verne, el escritor de viajes por antonomasia, no salió mucho de su región.

En este rato que llevo triscando por el mundo, os puedo asegurar que mucho puede aprenderse también de las experiencias y vivencias de otros; a la luz de la observación, de escucharles o de leerles.. sí, leerles, también a los muertos que nos hablan desde las páginas. ¿No es mágico esto?

Por supuesto, la educación, en tanto que faceta de la vida, no escapa de este principio general. Y tanto los buenos aprendices (que los hay malos), como los buenos maestros (que los hay malos), andan en revisión continua y en una dialéctica constante… más allá de los requisitos burocráticos que cargan sobre unos y otros.

Por los tiempos que vivimos, se hace necesario decir que la revisión no es necesariamente «cambio radical», a veces es acentuar, también radicalmente, aquello que funciona.

Y llegó el subidón actual de la inteligencia artificial.. cuya parte más interesante es siempre como nos interpela como humanos.

¿Tiene sentido programar si una IA lo hace mejor que yo?

¿Tiene sentido escribir si una IA lo hace mejor que yo?

Pero mirad, no son preguntas nuevas.

¿Tiene sentido pintar si una foto es mucho más precisa?

¿Tiene sentido tornear una vasija si una máquina lo hace mejor?

De hecho, ¿tiene sentido escribir o pintar si otro humano lo hace mejor que yo?

Hubo tiempos donde esas actividades humanas era necesarias por los productos que generaban, y de ahí toda la labor artesana, pero hoy se siguen haciendo. ¿Por qué?

Por el viaje, queridos.

¿Qué me pasa cuando pinto, torneo, escribo, pienso un algoritmo?

¿Qué me queda después? ¿Quién emerge después?

Pueden enseñar a jugar al ajedrez a sus hijos y nietos, más allá de que las máquinas son ya imposibles de alcanzar en ese aspecto, pueden mirar un paisaje y analizar sus formas y colores para hacer una acuarela, pueden intentar pensar y pensarse, para después contarnos y contarse en sus escritos.

Pueden y deben.

El viaje aún no ha terminado.

Exploren conmigo La zona intermedia.


Te hacen decidir tu futuro con diecisiete años

15 octubre 2022

¿Os suena la frase, verdad?

Esto probablemente venga de algún universitario. Si no, «tu futuro» en el sentido al que se refieren, se decide bastante antes, preguntemos a los que dejan los estudios o van a formación profesional.

Aunque ya hice probablemente uno de los escritos que me sobrevivan sobre la elección (Te jodes y decides), hoy quería enfocarme no sólo en la urgencia de la decisión, que ya ilustré con el río, sino en la inevitabilidad.

Cuando la gente se expresa en el sentido del título me recuerda a aquel que le preguntas: ¿Qué hacemos hoy, vamos al cine? No. ¿Al parque? No. ¿Al teatro? No… no, no, no…

O tiene el plan de dejarse morir en el sofá o está obviando el hecho de que no se puede «no elegir».

Cualquiera que trate con adolescentes sabe que reclaman poder «decidir» y «elegir» sobre multitud de cosas ya a partir de unos años antes que esos diecisiete.

Eso es crecer, eso es ser adulto: Tomar tus decisiones, asumir sus consecuencias. ¡Tomad, aquí lo tenéis! No es tan diver como nos lo imaginábamos, ¿verdad?

Solo un paréntesis para hablar de educación y expresar lo paradójico que resulta que esta crítica del título coexista con la «necesidad» actual de poner la dirección del proceso educativo en los «intereses» y «elecciones» de los adolescentes, incluso de los niños. Ambas cosas a la vez no pueden ser, queridos. O te quejas por tener que decidir o por no poder hacerlo, pero no ambas.

Sí, tienes que decidir con diecisiete, y con quince… y con sesenta. Y asumir las consecuencias de tus decisiones. Volver a decidir de nuevo al día siguiente: si quieres seguir el camino que llevas, modificarlo, o variarlo radicalmente. Todos los días, todos los putos días.

Quizá es solo la queja de que no mola «hacerse mayor», en cierto sentido. Y eso lo puedo comprender e incluso compartir, sobre todo si estás en la parte más favorecida de la sociedad (porque para otros, ese tiempo juvenil o universitario no ha sido un lugar tan cómodo), pero entonces, quéjate de esto y tendrás nuestra comprensión. No lo maquilles.

O puede ser que quizá te quejes de un SISTEMA educativo que no te está atendiendo debidamente, que no te permite una formación más completa o que no tiene como objetivo que seas un obrero especializado sin mucha cultura. Ajá, pero entonces, tampoco parece que te estés quejando a quien corresponde ni de lo que corresponde. Entonces, quizá seas uno de esos (muchos) que nos faltan cuando luchamos por una educación pública de calidad. Piénsalo.

También puede ser que te quejes de un «mundo adulto» que mastica y escupe a un altísimo porcentaje de la sociedad, que limita cruelmente su capacidad de decisión y desarrollo. De acuerdo, pero de nuevo yerras en tu queja y en su destinatario. ¿Hacemos algo para cambiarlo?

Antes de que me contestes, te dejo con una pregunta que suelo hacer a mis alumnos y revela muchas cosas: ¿Quieres ser rico (y escaparte de esto tan malo) o que no haya «ricos»? ¿Estás en desacuerdo con el sistema o con el puesto que te ha tocado? Porque hay maneras para vivir todos mejor pero son incompatibles con el concepto de «riqueza» actual.

Piensa primero esto, porque si tu problema es que lloriqueas porque no puedes estar en la cumbre mientras pisoteas al 90% de la población y nos dejarías tirados en cuanto pudieras escaparte de donde estamos… pues, puedes llorar solito.

Ah, y por cierto, malas noticias, no podrás escaparte… Sí, sí, sé que has visto vídeos de historias de superación y tal. Yo también he visto vídeos de gente brindando porque le ha tocado la lotería, pero no seré yo… y no serás tú.

Y parece que me he ido del tema, pero no. Os lo resumo: Tu problema no es elegir optativas en segundo de bachillerato.


Mbappé y Galtier han perdido el tren

7 septiembre 2022

Es posible que ya hayáis visto el polémico vídeo. Si no, aquí lo tenéis.

Un periodista les pregunta si se han planteado desplazarse usando el tren de alta velocidad francés en lugar de los aviones privados y ambos se ríen.

Podría ser un caso de risa incontrolable e inoportuna, que a todos nos ha pasado, pero nuestras dudas se despejan cuando el entrenador responde que están considerando ir en barco de vela… y vuelven las risas.

Me hago muchas preguntas y consideraciones que compartiré con vosotros.

La primera, ¿habrá perdido Mbappé un céntimo en sus ingresos por esto o es un caso similar al de Trump cuando decía que podía disparar a alguien en una plaza y no perder un voto? Digamos, ¿sale gratis?

Para que busquéis en la red: ¿Cuánto cuestan/contaminan esos viajes en jets privados? ¿Cuánto ir en tren? ¿Cuánto es el volumen total de contaminación que proviene de estos usos (y otros) de las clases altas y cuánto el ahorro de nuestras medidas privadas?

Y ahora, cuando vuelva a la realidad, ¿qué hago y qué enseño? Como ellos se comportan así, ¿dejamos de reciclar o de separar basura?

A mis estudiantes les explico que en sus vidas hay una dimensión personal y una política relacionada con la sociedad y lo común. Está claro que tenemos que hacer nuestra parte, pero lo que no podemos abandonar es la acción común que ponga coto a las grandes empresas, a las grandes fortunas, a quienes en realidad están moviendo los grandes números de estos problemas que luego sufrimos todos… pero no por igual, ya sabes.

De nada vale que andes reutilizando bolsas si permites (si permitimos) que los grandes contaminadores, los que deciden las líneas de actuación, los que establecen las leyes y los mercados, sigan moviéndose en la dirección contraria. Y para eso hay que unirse, asociarse, votar y acudir a las leyes… como poco.

Lo personal y lo político son dos ámbitos que deben ser ocupados. No puedes compensar el uno con el otro, tienes el derecho y la responsabilidad de actuar en ambos.

Finalmente, me quería centrar en el hecho de la risa y que recordemos actitudes parecidas de otros personajes similares. No se trata de que no sepan lo que pasa, o cómo podrían cambiarlo… no DESEAN hacerlo, incluso disfrutan o les parece divertido seguir como estamos.

Esto no es un malentendido, no es un asunto de ignorancia. Es una lucha, una pelea, una confrontación.

Ellos se van a oponer con toda su capacidad, que es enorme. Nosotros tenemos nuestro número, que somos muchos, y la ley. Hay que ponerse manos a la obra. Y por esto es tan importante legislar, que los derechos y las buenas intenciones se escriban en papel de boletín oficial, con dotación específica y con garantías de cumplimiento. Porque, como decía aquel magnate, esto es una guerra y los de abajo la están perdiendo.

P.S.: Si os interesa el papel del tren en un transporte sostenible os recomendamos que sigáis a Iván Rivera, estupendo amigo y gran conocedor de ese campo.


La actividad regulera…

22 junio 2022

Hoy quiero compartir con vosotros una actividad que no ha salido muy bien, en la que nos hemos encontrado problemas, hemos tenido que recular, topado con inconvenientes, se ha ido de tiempo… lo que un gurú quizá encontraría inconfesable, pero que para los profes de a pie es el día a día.

Lo hago recordando ese sesgo de no publicar resultados negativos que hay en la investigación y que nos lleva a tener gente repitiendo cosas que no funcionan, simplemente porque no es sexy contar ni publicar errores o cosas que llegan a callejones sin salida.

La actividad.

Quería hacer algo sobre historia de la tecnología, pero no de la manera habitual. Así que pensé en que investigaran sobre inventos “relevantes” de la historia y yo les preguntaría alguna cosa sencilla sobre ellos (cuándo, quién, qué ventaja aportaron, etc.)

Primer error: Recogida de datos.

Subestimé lo majos que sois.

Pues un mensaje en una lista de correo de divulgadores y por tuiter esperando cuatro o cinco ideas. Bien, pues aluvión de propuestas con listas infinitas de inventos superinteresantes. Cabrones…

Emails, listas puras, listas con explicaciones, tuits, mensajes directos… tocó un buen rato de proceso.

Así que, si lo hacéis vosotros, pasad un formulario… o no tengáis amigos tan majos.

Primer problema: ¿Cuáles?

El trabajo no puede ser infinito, así que hay que elegir. ¿Qué criterio usar? Hay mil y probablemente lo mejor sea una mezcla de unos y otros. Está claro que hay algún fijo como “la imprenta”, pero luego puede haber muchos criterios: por vidas salvadas, por mejora de la calidad de vida, por gente implicada, por ayuda grande aunque sea a un colectivo solo…

Esto te va a llevar casi a tantas posibles compilaciones como personas, pero bueno, como os digo, todas son pensables. Así que no es tanto un error, como una decisión a tomar.

Siguiente problema: ¿Qué preguntar?

Tomé la idea de las cinco W del periodismo e hice una tabla con los inventos como entradas y como campos: Quién, Cuándo, Dónde, Qué beneficio produce y la fuente donde se ha encontrado la información. Quise añadir otra sobre posibles usos peligrosos que acabé descartando por no alargar.

No tiene mala pinta, ¿verdad?

En este punto, como superinnovador, les dejé a su suerte en esa red de redes donde están todas las respuestas, para que las buscaran (colaborando si querían) y luego les preguntaría yo el fruto de sus pesquisas.

Empecemos con la lavadora (invento que me encantó incluir por el gran cambio que supuso en la vida de las mujeres).

¿Cuándo se hizo?

Y ya empiezan las discrepancias… ¿Qué es una lavadora?

Porque si pensamos en esas que se hacían girar manualmente, el origen es uno, pero si pensamos en que tiene que ser un “ELECTROdoméstico” entonces nos tenemos que ir a otro momento en el tiempo y a otras personas…

“Javi, pero entonces, ¿cuál es?”

Todas y ninguna. Depende del criterio y hay varios criterios pensables. Tenemos que elegir uno para que cuando lo pongamos en común hablemos de lo mismo.

“Pero entonces, ¿cuál?”

La que queráis, pero tenemos que elegir un criterio…

“Pero es que a mí me sale…” “Y a mí”…

Mi propuesta es ambigua. Pero no solo en esto.

Mirad qué pasa en la imprenta, Si entráis a este enlace veréis que fue posible gracias a la existencia de muchos inventos previos sin los que NO sería posible. ¿Cuándo y en quién ponemos el origen? ¿En el primero de los archiperres necesarios?¿En el momento en que se juntan todos?

Mirad qué pasa con la anestesia. La movida empieza con Llull, pero él ni siquiera experimenta con animales, sólo sintetiza una sustancia que otro se da cuenta de que le da risilla, otro la usa con pollos… este dedito compró un huevo, este le puso sal…

En este caso a mí me mola empezar con el primero que hace una intervención en humano usando anestesia, pero es un criterio arbitrario y discutible.

Como veis, que rellenen esa tabla de manera autónoma y lleguen a las mismas conclusiones que las mías es algo imposible. Así que no puedo hacer este ejercicio de búsqueda autónoma y terminarlo con una prueba donde rellenen sus datos, porque no vamos a coincidir. 

Más problemas.

¿Qué pasa con los errores y las leyendas urbanas? ¿Qué pasa con Meucci y el teléfono? ¿Con Julio Cervera y la radio?¿Y con el cine y otro español… que os dejo como ejercicio a vosotros, lectores?

¿Cómo pueden saber que lo que leen en sitios confiables y libros de texto puede estar mal? “Todo está en Internet, ¿verdad?

En este punto al menos han quedado claras varias cosas interesantes:

  1. Según el criterio y la definición, buscamos cosas distintas
  2. La ciencia y la tecnología son un esfuerzo conjunto y dilatado en el tiempo y quien “corona” es sólo parte del proceso. Y esto, por el machismo histórico, incluye a las esposas de tantos investigadores que los han mantenido vivos y a las que nadie pensará en incluir en un paper por cocinar o lavar la ropa… pero sin esas tareas no habría investigado aquel. Ni sin el carnicero que le trajo la carne, sin quien limpió su calle, quién construyó su casa. La ciencia y la tecnología son un producto social, por más que se quieran privatizar sus beneficios.
  3. Todo está en Google, pero yo sé que si hablo de asepsia quiero hablar de Semmelweis y sé que si me sale Marconi, tengo que seguir buscando. Mis ojos no ven lo que ven los suyos. Ni yo veo el bosque como lo ve un botánico.

Soluciones… o intentos.

A la vista de esto lo que tocaba era una revisión de “experto” de lo que habían encontrado. Así que pasamos a invertir otros días en que yo les contase sobre cada cosa, sus ramificaciones, etc. (ya habíamos invertido en las búsquedas suyas que hicieron en horas de clase).

Esto consumió unos días, claro. A mi parecer muy interesantes porque les iba abriendo páginas, relacionando cosas (flipan con cómo y qué cosas relaciono)… pero también había quien caía catatónico sobre la mesa y quien resoplaba invocando piedad a algún dios. Vaya, que para ellos no eran (todos) tan interesantes.

Evaluamos

¿Qué mido yo ahora para saber el aprovechamiento? Sus hojas rellenas están plagadas de errores, asunciones no explícitas… Así que les paso una mía.

Pero entonces no les puedo preguntar sobre esa hoja porque el ejercicio consistiría en buscar un dato por su fila y columna… y estos están en cuarto de la ESO.

Así que pacto con ellos que de la primera selección de 51 les voy a preguntar cosas concretas y sencillas sobre 20-25, que marco en mi tabla y comparto. Y finalmente les paso un test preguntando sobre esas invenciones humanas…

Aftermath

Muertos por aburrimiento, unos cuantos. Horas invertidas, demasiadas. Aprendizaje final conseguido, debatible.

Es cierto que la búsqueda principal nos arroja varias conclusiones excelentes sobre la búsqueda de conocimiento en la red, en esos tres puntos que os puse antes. Pero para ese aprendizaje usar dos o tres horas se me antoja excesivo.

Si al final, lo que va a funcionar es una “clase magistral” donde este experto pueda dar un conocimiento elaborado que ellos no están en condición de generar, pues entonces empecemos por ahí.

¿Qué otra cosa podría hacerse?

Quizá, si lo que queremos es un ejercicio de búsqueda tendríamos que ir a preguntar cosas muy, muy concretas sobre esos inventos. ¿Quién operó a un humano por primera vez bajo anestesia? ¿Quién sintetizó el éter por primera vez? ¿Quién lo llamó éter?

¿Es posible que esto le dé suficiente profundidad al conocimiento de lo que significa el invento? Lo dudo.

¿Trabajos en grupo por inventos? Tenemos el problema de “digerir” la información como lo hacemos nosotros y que suelen descuidar escuchar las exposiciones ajenas. Si al final tengo que corregir sus exposiciones para que no enseñen errores… caemos otra vez en la clase magistral.

Así que, queridos míos, no tengo demasiado claro cómo hacer esto de manera efectiva, quiero decir, que no acapare miles de horas y que produzca un aprendizaje de calidad.

Aquí os dejo estas reflexiones para quienes puedan ser de provecho y si tenéis a bien comentar vuestras propias reflexiones, experiencias o propuestas… por malas que hayan sido… seguro que su lectura le es de provecho a otros compañeros.

También os dejo por aquí la selección inicial de “inventos” por si os sirve de semilla para vuestras propias actividades.


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