Hace unos días se quejaba el amigo Sergio L. Palacios, de Física en la Ciencia Ficción, del tipo de preguntas que hacía la gente.
Esto me hizo recordar la clasificación que hicimos hace unos años un compañero y yo durante un insufrible y poco útil (lamentablemente) curso de funcionario en prácticas. Un saludo para él. Aquí va la clasificación:
NOTA: «El que pregunta» es un eufemismo… no están preguntando.
Pregunta resumen: El que pregunta vuelve a contar lo que se acaba de decir, sin solicitar información alguna (esto es común a esta clasificación) y con el único objetivo de mostrar lo listo que es y lo bien que se ha enterado de todo.
Pregunta testimonio: El que pregunta cuenta algún episodio de su vida o bien su vida completa (o una detallada sinopsis), lo que normalmente carece de relevancia o de algún interés… siquiera para sus más allegados.
Pregunta PiensoDeQue: El que pregunta se embarca en explicarnos sus opiniones y pensamientos más íntimos sobre el universo, el abismo del Ser, o algún tema de actualidad.
Pregunta MeDueleEspaña: El que pregunta se lamenta de la caída del glorioso Imperio, la guerra de Cuba, lo mal que está la juventud, el Gobierno, la selección de fútbol (las formas jurgol o fiurbol también están admitidas), u otras cuestiones patrias sobre las que parece poseer las claves de su génesis y solución.
El horror se acentúa cuando estas formas se combinan en interminables discursos, por ejemplo:
Una pregunta testimonio que se precie suele rematarse con un PiensoDeQue en el que el verdugo de nuestro tiempo comparte, para mayor dolor, las enseñanzas de la vida que, en tan curioso trance, acertó a destilar.
Y quizá la forma más terrible, que se encarna en multitudes anhelantes de orejas que torturar, es cuando cada uno suelta sus mierdas sin reparar en gastos, produciéndose el apocalíptico e interminable PiensoDeQueStorming
Como veis, una pregunta normal, en la que alguien solicita información o aclaración sobre lo que se está tratando, es rara avis, lo más normal es que andemos sufriendo las erráticas divagaciones de personas que no tienen con quien tomarse un chisme y compartir los subproductos de su cerebro, esos que todos tenemos. Desde aquí gracias a los que tan paciente y cariñosamente toleráis mis tontás, mientras yo lidio con las vuestras, es un placer y un privilegio quereros.
Achacaremos todo esto a lo duro que es vivir sin rodearse del Amor por la gente y por las cosas que uno hace en el mundo, por eso os disculpamos, aunque nos echemos unas risas este ratico…
Paradójicamente, la única manera sensata y racional de vivir es envuelto en Amor.
Imagen: wikipedia