¡Tengo la solución para los deberes!

US Navy 090527-N-7375S-012 Petty Officer 2nd Class Jeff Kline, assigned to Navy Operational Support Center Rochester, helps a child with homework at the Cameron Community Ministries after school program during Rochester Navy We

Nuestros chavales están hasta arriba de deberes, además de las seis horas de clase diarias.

Entre los profesores no acordamos cuántos ponemos ni cuándo los ponemos, habiendo grandes extremos entre unos y otros.

MI PROPUESTA

Hagamos igual que esos cursos en los que las horas o créditos se computan como «presenciales» o «no presenciales» y veamos qué pasa con los deberes si los tratamos como horas «no presenciales».

– Limitemos el número de horas no presenciales diarias que dedica el alumno.

– Asignemos a cada asignatura un número de horas no presenciales, dependiendo de su carga lectiva.

Debería ser proporcional a las horas lectivas, si hicieran falta muchas más, lo más probable es que las horas lectivas y el currículum no estén proporcionados. Eso es algo en lo que también tendríamos que trabajar.

– Pongamos un «horario» de tarde que puedan ir ocupando los profesores según van mandando deberes.

Al ir poniendo tareas el tiempo se va ocupando y el contador de horas de cada asignatura disminuyendo.

Y ya.

Aunque os parezca raro, todo esto puede estimarse y hacerse con margen para acoger la variabilidad de los alumnos.

Si algún alumno tarda mucho más que el tiempo asignado lo más probable es que haya otras cuestiones aparte de hacer las tareas: necesidad de apoyo en esa materia, desfase curricular, necesidades especiales… Sin problema, busquemos soluciones a ese caso particular, pero no invalida el sistema.

Nada complejo de implementar y muy frecuente en la vida laboral y educativa de los adultos. ¿Por qué nuestros chavales siguen matándose en tal o cual asignatura hasta las doce de la noche? ¿Qué les estamos enseñando? ¿Qué pasa con el resto de las cosas de la Vida?

¿Nos sentamos y nos organizamos?

10 Responses to ¡Tengo la solución para los deberes!

  1. Conchi dice:

    A mí no me gustan los deberes, salvo excepciones como los problemas o trabajos que los veo esenciales para adquirir destrezas.
    El problema es que los chavales tienen NULA cultura de estudio y, si no mandas deberes, no abren el libro ni por casualidad. Con un «hoy no tengo deberes» está todo solucionado. Con lo que el día antes del examen, cuando deciden abrir el libro ni les suena lo que pone, como si no lo hubieran dado (en mi caso donde pone libro pongamos esquemas que vamos trabajando en clase). Esto es lo que me «obliga» a mandar algo de tareas. Para mí sería infinitamente más productivo que leyeran en casa con calma e interés lo que hemos visto en clase ese día y anotaran sus dudas para preguntarlas al siguiente día (no creo que tardasen más de 5 ó 10 minutos en esto, seguramente mucho menos que en responder mecánicamente los ejercicios copiando el reglón anterior). Pero ¿Cuántos hacen eso? ¿Uno o dos en cada clase? Pero claro, para esto, se requiere un control parental que coja el horario, saque libros, pregunte qué dieron ese día, hable sobre la lección etc. Mucho menos trabajoso y práctico es sacar la agenda (y eso los padres supermegaimplicados y responsables) y decir, a ver, ejercicios 4, 5, 6, hechos…
    Luego ¿Culpa del profesor? ¿Culpa del alumno? ¿Culpa de los padres que se quejan de los deberes pero luego compran los cuadernillos Santillana o piden los «deberes de verano» al profesor porque son incapaces de hacer «otras» cosas con sus hijos en verano como: pasear, montar en bici, galletas, plantar unas semillas o, simplemente, darles un buen libro?

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  2. Xóchitl dayane Bielma Guillén dice:

    Hola que tal, yo vivo en Mérida, Yucatán. México. Es excelente los comentarios que haces y pienso lo mismo. El exceso de tareas que les dejan es aberrante tanto para loa niños como para los padres. Ojala y los maestros pensaran en eso y los que creen que los niños van aprender mas dejándoles tareas. Yo no lo creo. Es un tema muy interesante y hay que tomar conciencia para niños.👍. Saludos.

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  3. Buen trabajo de racionalización del problema. Todos los niños son diferentes y reaccionan de manera diferente a estímulos diversos. Entre la abolición de las tareas escolares y el café para todos puede haber un término medio. En este artículo también se plasma una aproximación al asunto:
    http://desenreda2.blogspot.com.es/
    Saludos

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  4. […] Nuestros chavales están hasta arriba de deberes, además de las seis horas de clase diarias. Entre los profesores no acordamos cuántos ponemos ni cuándo los ponemos, habiendo grandes extremos entre …  […]

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  5. […] Sobre una posible organización racional de LOS DEBERES […]

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    • jmtt vbgp dice:

      Efectivamente. Además, hay casos (muy excepcionales), como el de mi hija hasta el año pasado, en el que tienen 7 horas lectivas diarias, más una hora para comer (es decir, 8 horas diarias en el centro), más otra hora de ida y otra de vuelta. En total: 10 horas diarias fuera de casa. Y al regresar, rozando las 5 de la tarde, de 4 a 6 horas de deberes. Y si caía por medio un fin de semana, cada profesor mandaba 2 horas de deberes para su asignatura. Luego se preguntan por qué la saqué de ahí…

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  6. […] Hace tiempo os contaba en un post cómo creo que podríamos organizarlo. Básicamente es contemplar un horario no presencial y “repartirlo” entre materias, como hacemos con el presencial. Por ejemplo, si tienen seis horas en el centro, supongamos que entendemos que necesitan dos horas más al día en casa. Bueno pues esas 10 horas semanales no presenciales habrá que distribuirlas entre las materias de forma que no se multipliquen hasta el infinito o se acaparen sólo por algunas, aquí os dejo el artículo con más detalle. […]

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