Mbappé y Galtier han perdido el tren

7 septiembre 2022

Es posible que ya hayáis visto el polémico vídeo. Si no, aquí lo tenéis.

Un periodista les pregunta si se han planteado desplazarse usando el tren de alta velocidad francés en lugar de los aviones privados y ambos se ríen.

Podría ser un caso de risa incontrolable e inoportuna, que a todos nos ha pasado, pero nuestras dudas se despejan cuando el entrenador responde que están considerando ir en barco de vela… y vuelven las risas.

Me hago muchas preguntas y consideraciones que compartiré con vosotros.

La primera, ¿habrá perdido Mbappé un céntimo en sus ingresos por esto o es un caso similar al de Trump cuando decía que podía disparar a alguien en una plaza y no perder un voto? Digamos, ¿sale gratis?

Para que busquéis en la red: ¿Cuánto cuestan/contaminan esos viajes en jets privados? ¿Cuánto ir en tren? ¿Cuánto es el volumen total de contaminación que proviene de estos usos (y otros) de las clases altas y cuánto el ahorro de nuestras medidas privadas?

Y ahora, cuando vuelva a la realidad, ¿qué hago y qué enseño? Como ellos se comportan así, ¿dejamos de reciclar o de separar basura?

A mis estudiantes les explico que en sus vidas hay una dimensión personal y una política relacionada con la sociedad y lo común. Está claro que tenemos que hacer nuestra parte, pero lo que no podemos abandonar es la acción común que ponga coto a las grandes empresas, a las grandes fortunas, a quienes en realidad están moviendo los grandes números de estos problemas que luego sufrimos todos… pero no por igual, ya sabes.

De nada vale que andes reutilizando bolsas si permites (si permitimos) que los grandes contaminadores, los que deciden las líneas de actuación, los que establecen las leyes y los mercados, sigan moviéndose en la dirección contraria. Y para eso hay que unirse, asociarse, votar y acudir a las leyes… como poco.

Lo personal y lo político son dos ámbitos que deben ser ocupados. No puedes compensar el uno con el otro, tienes el derecho y la responsabilidad de actuar en ambos.

Finalmente, me quería centrar en el hecho de la risa y que recordemos actitudes parecidas de otros personajes similares. No se trata de que no sepan lo que pasa, o cómo podrían cambiarlo… no DESEAN hacerlo, incluso disfrutan o les parece divertido seguir como estamos.

Esto no es un malentendido, no es un asunto de ignorancia. Es una lucha, una pelea, una confrontación.

Ellos se van a oponer con toda su capacidad, que es enorme. Nosotros tenemos nuestro número, que somos muchos, y la ley. Hay que ponerse manos a la obra. Y por esto es tan importante legislar, que los derechos y las buenas intenciones se escriban en papel de boletín oficial, con dotación específica y con garantías de cumplimiento. Porque, como decía aquel magnate, esto es una guerra y los de abajo la están perdiendo.

P.S.: Si os interesa el papel del tren en un transporte sostenible os recomendamos que sigáis a Iván Rivera, estupendo amigo y gran conocedor de ese campo.


Las palabras de una niña

9 febrero 2009

Aquí tenéis un discurso que me ha llegado a través de Armando, un compañero profe de música. Muchas gracias Armando.

Ella es Severn Cullis-Suzuki (doce años) durante la Cumbre de la Tierra de la ONU en Río de Janeiro (1992).

A veces los niños o los adolescentes nos dicen algo tan cierto y de forma tan sencilla que no podemos cubrir el sonrojo de nuestra falta de voluntad, con la hipocresía de los males que damos por asumidos, aquel «así son las cosas, no pueden cambiarse».