Yo no trabajo de parado…

Yo no trabajo de parado, ni de pensionista, ni de docente o investigador despedido, ni de desahuciado viviendo en la calle, ni de empobrecido… Estas cosas no son un trabajo o un hobby, no se hacen de nueve a cinco y una horita para comer, estas cosas las sufres veinticuatro horas al día.

Esto, tan obvio, parece que es necesario repetirlo de nuevo, porque lo que andamos oyendo en los medios de comunicación, en el discurso de muchos de los poderosos que nos oprimen y en el de muchos de los oprimidos que resultan engañados es…

Ese tema ahora «no toca». No se admiten preguntas sobre aquello.

Este no es lugar adecuado para esa protesta.

No importunen a los políticos en la calle o en el entorno de su domicilio.

Cuando ocurre esto también me viene a la mente la expresión juego político.

Y no puedo dejar de ponerlo todo junto y pensar que quizá para ellos, los que nos roban derechos y nos oprimen para mantener un opulencia inmerecida y vergonzosa, sí que es un juego, un hobby, una ocupación temporal… algo de lo que se ocupan un rato y que luego pasa, porque vuelven a sus vidas acomodadas, a sus casas calientes, a sus mesas repletas… mientras que aquellos que los increpaban en el lugar o momento incorrecto vuelven, en cambio, a sus mesas vacías, a sus penas y sus penurias.

Hablamos de pobreza, de dolor y de muerte y eso es URGENTENo puede esperar a sus horarios, sus tiempos… No puede esperar, en suma, a su indolencia y su desprecio.

Bastante adormecidas y tibias son nuestras protestas… quizá porque los más dañados tienen poca energía parar oponerse y los que aún no hemos sufrido un golpe del que no nos podamos levantar exhibimos también cierta indolencia.

Ojalá actuáramos con coherencia, nos parásemos y dijésemos algo tan sencillo como: Esto no puede ser y no vamos a tolerarlo: No más muertes por hambre en un mundo con recursos, ni por enfermedades con cura sencilla y barata… y de ahí para delante.

Parece una utopía, pero, ¿no se os cae la cara de vergüenza cada vez que un niño nos mira a la cara y nos pregunta por qué dejamos que pasen esas cosas? Bueno, no os preocupéis… cuando sea mayor lo entenderá… como lo entendimos nosotros.

Una vez más comparto con vosotros algunas ideas para parar esta sinrazón que ya publicamos por aquí: Como cambiar el mundo de manera efectiva

 Imagen de Wikipedia

5 Responses to Yo no trabajo de parado…

  1. […] Yo no trabajo de parado, ni de pensionista, ni de docente o investigador despedido, ni de desahuciado viviendo en la calle, ni de empobrecido… Estas cosas no son un trabajo o un hobby, no se hace…  […]

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  2. Tom dice:

    Cuanta razón amigo, cuanta dolorosa y dura razón…
    Si los «poderosos» sufrieran esa incertidumbre, estrés, miedo, desesperación… quizás y sólo quizás, las cosas serían de otra manera.

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  3. […] política no es un juego, ni es un divertimento, ya os contaba en “Yo no trabajo de parado” que, cuando termina el debate “vuelve el rico a su riqueza y el pobre a su pobreza”, […]

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