Hoy mientras les enseñaba a mis chavales programas de estos “listillos” que hablan contigo y tal, me han preguntado con ojos golosos…”y, ¿podría hacerme los deberes?”
Vamos a ver, estudiantes que en el mundo sois, ¿vosotros creéis que…
1. Os preguntamos cuánto se tarde de ir de la ciudad A a la ciudad B, porque no lo sabemos?
2. Os preguntamos cuánto es 1/2 + 1/4 porque no lo sabemos y nos hace falta el resultado?
3. ¿No sabemos lo que tarda el cilindro ese en caer por el “puto plano inclinado” (que es como se llama desde que Sergio L. Palacios así lo bautizara)?
4. Os hacemos lanzar un balón medicinal hacia allí, porque no lo podíamos llevar nosotros?
Aunque ya lo hablamos en aquella entrada (que os vuelvo a recomendar) “¿Para qué coño vale esto?”, a ver si ahora lo ponemos más clarito…
Cuando el de educación física te dice que corras en círculo, bien le podías contestar que si es gilipollas. Que te diga dónde quiere que te pongas y te pones allí, pero, ¿para qué dar vueltas y acabar en el mismo sitio?
O bien, lanzas el balón a dos o tres metros, y llega un imbécil y lo trae de vuelta. Joé, ¿no has visto lo que me ha costado mandarlo hasta allí?
¿Pensáis acaso que el departamento de matemáticas es algo así como una granja llena de pollos y conejos, y que entre los tres o cuatro profes de mates no son capaces de contar todas las patas… y por eso os piden ayuda?
Los deberes son para vosotros! Nosotros ya sabemos lo que sale…
Igual que para el deporte lo tenéis claro, que estáis entrenando vuestro cuerpo, en el resto de disciplinas tenéis que entrenar vuestro cerebro.
Tenéis que hacer el viaje por vosotros mismos. Yo no puedo mandar a mi mayordomo Sebastián a hacer footing por mí, tengo que ir yo mismo.
De la misma manera, vosotros tenéis que volver a leer los libros, hacer los problemas, calcular dónde pelotas anda la ciudad B esa de las narices, cuánto tiempo tarda en caer el dichoso mono, cabalgar con el Quijote… todo eso está muerto, hasta que lo hacéis renacer, cuando lo VIVÍS!
Es como en La Historia Interminable… no cuento más para que lo viváis con Bastian.
ATREVEOS!
CABALGAD DE NUEVO!
La Ciencia para todos 
No puedo estar más de acuerdo, suscribo todo. Me temo que la intoxicación, la desidia o el aborrecimiento hacia el conocimiento y los deberes se vayan produciendo a medida que suben de nivel educativo, con cada curso. Mi mayor experiencia es en infantil, y allí te encuentras que quieren saberlo todo y hacerlo todo ellos (les ayuda su natural egocentrismo). En actividad física pasa igual, en secundaria cuestionan ya todo y la Educación Física no es una excepción. Esos fieras del smarthphone, tuenti, las videoconsolas y todo software de «socio-ocio» no pierden interés por las cosas, pero aprenden a poner la atención en lo que les gusta, en lugar de gustarles prestar atención para aprender.
Por las ciencias y las letras divertidas!!
Un saludo,
Fran
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Sigamos en la brecha! Gracias por comentar
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El espíritu de conseguir el máximo resultado con el mínimo esfuerzo ha impregnado nuestra sociedad.
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Si fuera literalmente así, a mí no me parecería mal, porque sería optimizar esfuerzos para resultados valiosos… creo que lo que ya no se busca es ese «máximo resultado» y nos conformamos con migajas. Gracias por pasarte por aquí y un saludo!
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«cuánto tiempo tarda en caer el dichoso mono»
¿Te refieres a ese en el que caía un mono y, a su vez, había un cazador con una escopeta que tenía que calcular una parábola?. Han pasado ya muchos años, pero todavía me acuerdo de ese ejercicio, y eso sólo puede significar una cosa 🙂
Gracias Javi
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Así que eras tú?? Estaba seguro de que había uno escuchando… bromas aparte, gracias por tu mensaje y un abrazo.
En la actualidad os habría puesto un vídeo como este, ya que no da tiempo a montarlo en directo.
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