En fin, ¿qué deciros?
Supongo que me repetiré, pero ahí va.
Creo que la compañía, la verdadera amistad y el cariño consisten en un regalo mutuo.
En este caso yo os entrego lo que sé y lo que soy con la mayor honestidad y vosotros me regaláis el tiempo de vuestras vidas y vuestra atención.
Muy agradecido y seguimos queriéndonos, si os sigue apeteciendo.
Para celebrarlo os dejo con lo último con lo que me drogo… Sí, Bach. Y aprovecho la letra para pediros perdón por aquellas cosas que no haya sabido explicar o no fueran correctas. Intentaremos seguir mejorando.