Es un viejo dilema, que ha sido puesto en foco hoy domingo por el genial @Scientia.
«La divulgación no tiene que ser divertida»
«Si lo es, mejor, pero lo que tiene que ser es atractiva»
Parafraseo, si hay errores que me perdone y me los indique el Señor Oscuro.
¿Cuál es mi problema con esto? La forma de enunciarlo.
Literalmente estoy de acuerdo, pero, ¿cómo llega? ¿Cómo se entiende? ¿Cómo se propaga después esta idea?
¿Cómo creo yo que debe decirse para evitar que se distorsione la idea que queremos transmitir?
Primero tenemos un problema con la definición de las palabras.
¿Qué es divertido? ¿Lo risible? ¿Es divertido sinónimo de chistoso?
¿Qué es algo si no es divertido? ¿Serio? Serio, no, perdonad, hay comedias que son muy serias. ¿Es quizás, aburrido?
Si algo resulta atractivo, como pedía (con razón) José, ¿no es también divertido de leer/ver/estudiar?
Insisto, ¿cómo creo yo que debe decirse?
El objeto de la divulgación es la transmisión del conocimiento científico.
A partir de aquí, lo demás es secundario. El vehículo que elija cada uno, una opción, y ninguna única.
El problema que creo que ve el Señor tenebroso de la Murciandad, y en el que coincido, es cuando los elementos secundarios se convierten en primarios, o incluso se pierde el objetivo principal, la transmisión de la ciencia.
Entonces tendremos entretenimiento usando la ciencia, música con excusas científicas, etc. Cosas que no son malas, pueden incluso ayudar cierta visibilidad de «lo científico», pero no son divulgación, porque no enseñan.
Aquí reivindicamos la buena divulgación, la que enseña, y en la que se encuadra en puestos de cabeza la de José Manuel López Nicolás, que es instructiva, primero, atractiva y, joder, muy divertida.
Finalmente os dejo una foto de mi último bolo en Pamplona (gracias Javier y Joaquín, de nuevo), charla extremadamente seria sobre el uso de las matemáticas para crear una actitud científica en el público general y niños, promoción de mi último libro Aproxímate y que fue realizada en pijama.
Si deja aprendizajes, bienvenida la diversión, pero si es disruptiva, mejor lo dejamos a un lado, y nos concentramos en los contenidos.
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Ahí parece que defines implícitamente diversión como «risas», para mí es más amplio.
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La frase de Jose no debe sacarse de contexto. Evidentemente se refería a un «divertido» con matices, a un «divertido» de jajaja, jojojo y punto. No hay que buscarle más pies al gato 😉
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No me digas q la saco de contexto, q luego pongo la otra q dijo, pero hay q hablar de esto con detalle.
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[…] Sobre la relación entre el mundo del periodismo y el de la ciencia ha escrito Ana Ribera. Pampa García Molina, Francis Villatoro, Lourdes López y Pere Estupinyá lo han hecho sobre el periodismo científico (y sus limitaciones y problemas). Francis también se ha referido al dilema entre periodistas científicos y científicos divulgadores, a la divulgación como actividad propia e irrenunciable del personal científico y a ciertas licencias que se permiten los divulgadores científicos. Javier Fernández Panadero subraya la necesidad de contar con buenos comunicadores, y discute si la divulgación ha de ser divertida o no. […]
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[…] Sobre la relación entre el mundo del periodismo y el de la ciencia ha escrito Ana Ribera. Pampa García Molina, Francis Villatoro, Lourdes López y Pere Estupinyá lo han hecho sobre el periodismo científico (y sus limitaciones y problemas). Francis también se ha referido al dilema entre periodistas científicos y científicos divulgadores, a la divulgación como actividad propia e irrenunciable del personal científico y a ciertas licencias que se permiten los divulgadores científicos. Javier Fernández Panadero subraya la necesidad de contar con buenos comunicadores, y discute si la divulgación ha de ser divertida o no. […]
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