Cuando quiero escandalizar un poco a mis alumnos y sobre todo si los tengo antes del recreo o justo antes de comer… les hablo de esto: Un restaurante de penes…
Creo que aunque no sepáis inglés disfrutaréis de ver a Andrew Zimmern probando el menú degustación.
Luego claro, les cuento que nosotros, mucho más civilizados, comemos riñones, corazón, caracoles, zarajos, mollejas, oreja, morro y, por supuesto, criadillas… que, para el que no lo sepa, son los cojones más gordos que te puedas encontrar en un matadero.
Imagen: wikipedia
Hala, ya os podéis ir a tomar el aperitivo, vamos, vamos… a jugar.
Jajaja! el titular es de lo más atrayente, desde luego!
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Sí, sí… pero no es un cebo, está ajustadísimo a la información posterior, jeje. Gracias por tus visitas.
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Me ha encantado ¡¡¡ Un gran recurso literario es sorprender al lector y con el titulo y el video me he quedado KO. Me descojono (con perdón…) 😉
Gracias por visitar mi blog
Un abrazo
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Gracias Carmen… pero es que aquí no es recurso.. what you see is what you get… pon la dirección de tu blog en tus comentarios. Un abrazo
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Jajajajajajajajajajajjajajaja esque eres DIOS !!! jajajaaj que buena javi tu siempre en tu linea jajaj 😉
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Por qué intentar evitar lo inevitable.. jeje Un abrazo
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Y yo que pensaba que lo de «comer penes» era algo tan antiguo como el propio ser humano. Un abrazo mi querido amigo. Espero poder invitarte en breve a una humilde paella en casa
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Pues ya ves compañero, en cualquier cosa se especializan. O por ahí, la cosa es vernos. Un abrazo
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