Falsa serenidad. Los hechos mandan.

«Esto hay que arreglarlo poco a poco…»

«Reunámonos y hablemos de ello…»

«Es una carrera de fondo…»

«Es muy complicado…»

«Es probable que no consigamos nada…»

Una y otra vez oigo estas frases, una y otra vez. Las dicen personas en mi entorno, políticos, empresarios, opinadores profesionales.. «oigo» a mi sociedad decirlo también.

«Algunos no son malos consejos», me diréis.

Claro que no, parece que se dan desde la serenidad, una cualidad más que deseable.

Ahora bien, ¿son estas las mismas personas que gritan, lloran o saltan de alegría cuando gana su equipo? ¿que se pegan conmigo si le hago un rasguño a su coche o que hablan como orcos dentro de él? ¿que se meten en la relación de otros? ¿que te apuñalan por migajas laborales?… en resumen, ¿son los mismos que matan, violan y saquean cuando algo que les importa está en juego?

Pensando en la personalidad de la sociedad de la que formo parte, una sociedad que se comporta como un pre-adolescente, ¿es acaso su serenidad la que le permite dormir tranquila mientras millones de personas sufren y mueren?

Venga ya…

Una vez más, seamos científicos, seamos prácticos. Centrémonos en qué se hace y para qué sirve.

Esto no significa ser materialista. Ser prácticos significa tener objetivos y buscar cumplirlos. Por ejemplo, la búsqueda de una felicidad serena y prestar atención a si tu trabajo, tu forma de vivir, tus relaciones personales o de pareja, contribuyen a conseguir ese objetivo o a alejarte de él, es algo muy espiritual y muy práctico.

Insisto, centrémonos en los hechos.

No vemos a mucha gente serena en la adversidad propia, en los grandes problemas, en las pequeñas pruebas e incluso en las mínimas molestias. Sal a la calle, mira un telediario y verás que ni la mayoría de las personas ni la sociedad como conjunto son serenas.

No quiero incidir más pero, ¿todavía hay alguien que crea que ese compañero de trabajo tuyo que llora de alegría o de pena cuando su equipo pierde, se toma con serenidad, con se-re-ni-dad, que te despidan a ti?

Hace poco un tweet del Dalai Lama decía que la verdadera compasión consistía en no poder soportar ver el dolor en otros y en tomar las acciones para aliviarlo. 

Y, esa es la clave, los hechos… siempre los hechos.

El trabajo de cualquiera que haya buscado la verdad en cualquier momento, entre ellos los científicos, pasa por ir quitando velos, por derribar mitos, por ver lo que las cosas son… más allá de lo que las cosas puedan aparentar.

En la aproximación científica a la realidad, contamos con los experimentos, con los hechos, para decidir qué es cierto, qué es válido, y qué debe ser descartado. En este blog insistimos con frecuencia en llevar esta actitud a otras facetas de la vida.

Pues hoy descartamos este mito: La falta de acción o la lentitud de las acciones que toman las personas, o las sociedades como conjunto, vienen de una poderosa motivación y de una actitud serena para actuar. ‘Amos anda…

A la vez que es muy interesante «escuchar» los hechos, también lo es «hablar» con ellos, como ya dijimos (diría que merece la pena que lo leáis también… ya que habéis llegado hasta aquí)

Y, de nuevo, os deseo Felices Fiestas no sólo con palabras. Mis hechos son compartir con vosotros lo mejor que he aprendido de la mejor forma que sé. Esa es la prueba, como divulgador, del amor al trabajo que se tiene y a la gente que lo recibe.

12 Responses to Falsa serenidad. Los hechos mandan.

  1. Jose C dice:

    También el tema es una cuestión de empatía, tal vez nuestra capacidad de empatizar está saturada ante tanto estímulo por tanta noticia mala, tanto sufrimiento…
    Mi obra de ahora es ponerme a escribir para animarte y agradecerte tu labor de divulgación, de acicate al sentido común, de sensibilidad. Este año has sido bueno, mereces un premio. Recibe un e-abrazo.

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  2. Karmen Zhan dice:

    Me compre tu libro ¿como le explico..? en la pasada Feria del libro y me encantó aunque debo de reconocer que tu blogg y lo que dices en él me gustan aun mas.Te he recomendado en el mio.Sigue asi por favor.
    Un saludo y Feliz 2012¡¡¡

    Karmen

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  3. Lola dice:

    A mí acaba saturándome y ahogándome tanta «paciencia», sobre todo cuando lo que «nos pide el cuerpo» es acción inmediata.
    Seguro que se pueden tomas medidas firmes y contundentes con mucha serenidad, je, je. Espero que en este año que entra, nos pongamos a ello con energías renovadas.
    Feliz Año Nuevo, compañero.

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    • javierfpanadero dice:

      Feliz Año, compañera. Seguro que se pueden tomar… si hay ganas de tomarlas (y ya en lo nuestro, si se presiona con suficiente fuerza también a los sindicatos, que son los que tienen la llave legal). Un abrazo

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  4. Igualmente me pregunto despu s de la guerra fr a y de la ca da del muro de Berl n ¿es posible una sociedad comunista, socialista No lo s .

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  5. […] de ahí viene la Falsa serenidad de la que hablábamos hace […]

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  6. […] la familia la echan mañana,no hay espacio para estrategias a largo plazo, falsa serenidad, o cualquier otra cosa que los afectados tendrían que ver sentados en la […]

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  7. […] Quizá no sabes lo que es la verdad, lo que es luchar por la verdad. En sitios tan duros como un juicio, una reclamación sanitaria, por la memoria de un familiar… o tan cotidianos como quien cuadra las cuentas para llegar a fin de mes, o el que busca la solución de un problema matemático. Cualquiera de estos sabe bien el valor de la verdad frente a vendehumos, entretenedores o aquellos con la serenidad que les concede la indolencia. […]

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