Como todo profe, con lamentable frecuencia leo faltas de ortografía, o directamente barbaridades que hacen estremecer, en los trabajos de mis chavales.
Veamos primero este clásico de la red (vía Microsiervos)
«Sgeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esten ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima preo la paalbra es un tdoo.»
Aunque este extremo no es exactamente así, sí que nos indica por dónde van los tiros.
Si unimos esto a nuestra propia experiencia, podemos concluir que no leemos «la m con la a, ma… y así sucesivamente, ni vamos recitando las normas ortográficas aplicables a lo que estamos leyendo o escribiendo. Lo que hacemos se parece mucho más a mirar las palabras «en bloque», así que es una impresión de conjunto lo que nos dice si está bien o mal escrita la palabra en cuestión. Lo que se ha dicho toda la vida «Hacer daño a la vista».
Para que eso ocurra nuestra memoria visual tiene que estar bien entrenada y para eso hay que hincharse a leer… y aquí viene el problema.
Es frecuente oír a la gente decir que no le gusta leer, pero me suena como si me dijeran que no les gusta andar… ¿Hacia adonde no te gusta andar? Supongo que no es lo mismo dirigirse al dentista que dar diez pasos para coger un billete del suelo.
Por eso mi consejo de hoy para mis alumnos y los que se pasen por aquí es: Lee cualquier cosa, lo que te guste…
Leer no significa necesariamente leer cosas aburridas para ti. Si coges algo y te aburre, tíralo por la ventana… pero coge otra cosa, una novela juvenil, un comic, o lee la eitqueta del champú mientras te sientas en el trono, pero leeeee….
De hecho para nuestros jóvenes acostumbrados al lenguaje audiovisual una manera estupenda de acercarse a la lectura son los comics que comparten ciertas formas y claves de ese lenguaje tan cercano a ellos.
Fuente de la imagen: wikipedia
La Ciencia para todos 
Hay que leer hasta los prospectos de las medicinas y aprovechar hasta «esos» momentos en el cuarto de baño.
Buen consejo
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Gracias, Javier
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Qué curioso, yo siempre les digo lo mismo a quienes me rodean. Es imposible que a alguien no le guste leer, porque… leer qué?. Vale, yo leo hasta los prospectos de los medicamentos, pero si a alguien no le gusta Cervantes, que pruebe a leer a Vázquez Figueroa… Siempre, por fuerza, hay algo que a cada persona interesa.
Un besote
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Besos… se confunde el vehículo con el contenido.
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Totalmente de acuerdo 🙂 y que luego tenga que oir barbaridades y críticas por lo que a veces leemos…
Lo importante es leer y disfrutar con ello!
Besos!!
Lo del estudio ya lo había oído pero no deja de sorprenderme, es uy curioso.
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Gracias Elena. Como decía, el texto no es exacto, en realidad las letras tienen que estar «poco desordenadas» desde un punto de vista matemático, para poder entenderlo. Si no, no funciona.
Besos
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Todas las lecturas nos enseñan algo, aunque sea lo que no se debe hacer. Yo me leo hasta los folletos de propaganda, dos o tres periódicos diarios… y libros de toda clase y condición.
En clase, siempre hago exámenes para comprobar que los alumnos han leído el libro, por eso la primera pregunta es «¿te has leído el libro?», la segunda pregunta es para que reflexionen sobre el libro y la tercera y última es su opinión sobre el libro y si creen que debo mandarlo al curso siguiente.
Suelen acertar siempre: Si varios no lo han terminado, a la mayoría no le ha gustado y no lo recomienda.
Ah,y son absolutamente sinceros en la primera pregunta.
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Muy interesante compi, un abrazo
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Yo tenía ese problema con mis alumnos de secundaria. Me han entregado trabajos que hablan del continente «Huropa» o me han afirmado que la Mona Lisa era «extraurinaria» (y no era chiste). El problema era que los libros que les hacen leer en la escuela eran terriblemente aburridos para ellos No les interesaba Borges, Cortazar o el Quijote. Pero cuando les recomendé obras de ciencia ficción o de fantasía, problema resuelto: los leyeron y hasta me pidieron más recomendaciones. Creo que les hemos hecho odiar la lectura imponiéndoles ciertas obras sin antes preocuparnos de si pueden gustarles o no.
El otro fallo es el mal ejemplo. Si le dices a tu hijo que la lectura es importante pero el jamás te ve leer, entonces aprenderá a hacer justamente eso: a decir que la lectura es relevante a la vez que la omite. Es fundamental que ellos te vean leer.
Un saludo.
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Gracias por comentar, en mi opinión, muy certeramente! Saludos!
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