¿Para qué coño vale esto?

Esta pregunta, (disculpen el término) aparece de cuando en cuando en labios de profesores, padres o alumnos… y el resto del tiempo permanece latente en muchas de sus cabezas.

Con frecuencia intentamos dar respuestas utilitaristas… con escaso éxito.

Que la ciencia, o cualquier otra disciplina, sirva para esto o lo otro… justifica su existencia, no que yo deba dedicar un minuto a su estudio.

Por ejemplo, recoger la basura a diario es una actividad de lo más importante y prioritaria, pero no nos ocupamos de ella, la dejamos para otros, independientemente de su importancia.

Si construimos argumentos que justifican el estudio de nuestra materia, pero van en contra del de otras… no hacemos más que defender nuestro chiringuito, no la necesidad del estudio en sí. Con eso sólo conseguimos que esta pregunta se la hagan a otros.

Como hoy he tenido esta conversación en una clase, os propongo el punto de vista que yo les doy a mis chavales, con la misma intención con la que se lo cuento a ellos:  que lo consideren y lo acojan si les parece bien y lo dejen a un lado en caso contrario. Con la ventaja de que no alude a una asignatura u otra, sino a la idea del estudio en general.

1. Buena forma mental

Me sorprende cómo nos preguntan para qué vale estudiar poesía, logaritmos o filosofía y nadie le diga nada al de educación física que hace correr a los chicos en círculos… vaya, que acaban justo donde empiezan.

En la actividad física todo el mundo asume que una buena forma te hace vivir con más comodidad y mejora tu salud.

Pues en la actividad mental pasa lo mismo, ejercitar el coco lo mantiene en buena forma. Ese coco con el que piensas, tomas decisiones, construyes tu vida, tus relaciones personales, laborales… Ese coco que a veces te ayuda a ser feliz y otras veces es la causa de tu desgracia.

Para los adultos es bastante sano comenzar actividades nuevas que impidan que «eches barriguita» mental y te acomodes… aprende a hacer algo nuevo, un hobbie, una habilidad… Sabréis que a los mayores les recomiendan hacer aunque sea sudokus o crucigramas para luchar contra la pérdida de facultades.

2. Desarrollo de distintas habilidades, capacidades… completarte como persona.

Si sólo hubiese que estudiar aquello que tiene una aplicación directa, económicamente rentable a ser posible, habría que cerrar todo lo que oliese a arte. La música, la educación plástica, la literatura… closed.

Me gusta pensar que somos algo más que un miembro de una cadena de montaje que come, caga, monta cacharros y se muere a los 67 sin cobrar ni un sólo día de pensión.

Que nuestros chavales (o nosotros mismos) pasemos un buen rato combinando pinturas de colores o intentando sacar algo musical de una flauta, desarrolla partes de nosotros distintas a las que tienen que ver con factorizar un número o apretar una tuerca y que también son importantes si deseamos un desarrollo integral de la persona.

3. El futuro es impredecible

Aunque este es un argumento utilitarista, y me parecen suficiente los dos anteriores, sí creo que produce una reflexión interesante en nuestros alumnos.

Ya que la pregunta del título suele ser una versión reducida  de «¿Para qué coño quiero esto si yo me voy a dedicar a aquello?».

La vida es impredecible (gracias a dios!) y no es fácil saber hacia donde te va a llevar y, quizá más importante, cómo cambiarán tus intereses, que evolucionan. Este hecho no siempre lo tienen presente los chicos que, por su juventud, piensan que sus intereses o su forma de ser, «siempre» han sido así y siempre lo serán… un «siempre» que quizá abarque cuatro o cinco años a lo sumo.

4. Ayudita extra

Dicho todo esto, como a mí me desagradan o aburren mortalmente algunas cosas, debo reconocer y admitir que a mis chavales les aburrirán otras cosas, quizá mi asignatura, sin culparles de eso como si fuera algo moralmente condenable.

Hablando de esto me gusta hacerles esta reflexión.

Esto que te parece un tostón, es la ocupación jubilosa de cientos de miles o millones de personas en el mundo.

Establezcamos hipótesis.

– Primera hipótesis:  son imbéciles.

– Segunda hipótesis: esto tiene que tener algo de gracia escondida en algún sitio.

Como es tanta gente, creo que debemos descartar la primera hipótesis… Sí, a mí también me cuesta descartarla en algunos casos, pero seamos buenos.

Así que, si abrimos los ojos y miramos con cierta apertura a esa disciplina, buscando dónde se esconde eso que les emociona a los frikis de turno, probablemente nos facilite su estudio.

Finalmente para mis compañeros profes, os diré que cuando no les intentamos vender motos y les contamos razonadamente cosas verdaderas la respuesta es bastante positiva.

Esta entrada está dedicada a mis alumnos presentes, pasados y futuros, y a mis compañeros profes.

Imagen: Academia de Platón de Rafael en wikipedia

19 Responses to ¿Para qué coño vale esto?

  1. Laube dice:

    Qué interesante lo que planteas. Poniéndome como ejemplo, te diré, que la mayoría de las cosas que me encanta hacer no tienen una utilidad mercantil para mí. Soy asesora y, sin embargo, lo que más me gusta del mundo es leer, experimentar en la cocina y mis pequeños cactus (algunos no tan pequeños). Me aportan algo esas cosas?. Pues me aportan todo para ser como soy.
    Hace algunos años estuve dando clases de seguridad social a unos opositores y con cuatro o cinco cositas bien contadas, de 10 personas mi clase pasó a tener cerca de las 50. Yo creo que todas las cosas son interesantes; que son los divulgadores quienes deben hacerlas más interesantes a los oyentes.
    Yo tomé el gusto por la Historia por una profesora que tuve en 3ºBUP (Carmina, qué gran profesora), que se llenaba de tiza contándonos las batallitas de romanos, revolucionarios franceses, etc. Era una terremoto e imposible no atenderla con todos los sentidos.
    Las matemáticas nunca fueron mi fuerte, hasta que entró en mi círculo Paco, un hombretón con mucho carácter que introducía la filosofía en sus clases y explicaba eso que yo tanto ansiaba saber: el por qué de muchas cuestiones matemáticas. A mí que otros porfesores me dijeran «esto es así y no le des más vueltas, las matemáticas son así» no me servía más que para alejarme de las matemáticas. Con el tiempo me reconcilié con ellas y hasta me hice una crack en cálculos rápidos. Ver para creer.
    Pues eso, que, como siempre, me enrollo. Que una cosa sirva o no sirva no es importante. Lo importante es estar abierto al conocimiento, que nos hace seres humanos menos manipulables y más honestos.
    Un besoteeeeeeeee

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  2. Polarizador dice:

    En una sociedad donde el hombre sirve a la economía y no al reves, la educación y el aprendizaje sólo pueden estar destinadas al trabajo y a la obtención de ganancias: el «¿y para qué sirve?» en realidad significa «¿y cómo lo hago dinero?».

    Saludos.

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  3. Amén. Esta es la lucha diaría de los docentes.

    Mi impresión, porque los alumnos me lo dicen, es que sí ven la importancia del estudio (ciencia, arte, literatura, etc.) pero suelen decir «¡que lo haga otro!»

    Raymond S. Nickerson en su artículo «¿Por qué enseñar a pensar?» analiza varias posibles propuestas sobre al importancia de enseñar a pensar:

    1) Una posible respuesta es que así estaremos equipados para competir efectivamente. Pero ¿cuál es la evidencia de que buenos pensadores consiguen mejores empleos y más éxito en general, que pensadores menos buenos?

    2) Una segunda respuesta posible es pensar más efectivamente es un pre-requisito para la buena ciudadanía. Aunque puede haber diferencias de opinión, de tiempo en tiempo, de lo que constituye una buena ciudadanía.

    3) Una tercera posible respuesta es que la habilidad de pensar bien contribuye a que uno se sienta bien psicológicamente hablando. Aunque a lo largo de la historia se pueden dar numerosos ejemplos de grandes pensadores cuyas reflexiones los llevaron al borde del desastre.

    4) Una cuarta respuesta es que no nos conviene no hacerlo. Tal vez el aspecto más frustrante y atemorizante de la situación mundial es la posibilidad de que el principal impedimento para el progreso es el irracional comportamiento humano.

    5) La respuesta que Nickerson encuentra más comprometedora, tiene poco que ver con las ventajas prácticas de ser capaces de pensar bien; sin embrago, tiene mucho que ver con lo que somos o más aún con lo que podemos aspirar a ser. Pensar es el corazón de lo que significa el ser humano. Pensar bien es un propósito a muchos fines, pero es también un fin en si mismo.

    Si somos serios acerca de enseñar a pensar, debemos de aprender nosotros mismos a ser mejores pensadores.

    Y nuestra esperanza debe ser que los estudiantes aprendan más todavía de lo que nosotros sabemos cómo enseñar.

    Saludos Javier, seguiremos en la lucha.

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    • javierfpanadero dice:

      Gracias por el comentario compañero.
      Me llama la atención cómo las respuestas «utilitaristas» acaban siempre por dejarnos insatisfechos. Cuánto tiempo perdido intentando vender nuestro producto así.
      Al final señalas un aspecto muy curioso de nuestra vocación, nos demanda mejorar como personas, lo que es una suerte y un trabajico…

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  4. almu dice:

    Espero que mis alumnos no se pregunten por qué deben aprender esto o aquello (y menos si es de lengua), ya que la respuesta está clara: ¡porque tienen que aprobar y no dar disgustos a su tutora!¡Por el bien de todos!

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  5. Y además es muy interesante esta entrada. Alimentar la mente es mucho más beneficioso de lo que nos parece. Sin ir más lejos, y ahora que tengo más tiempo libre por circunstancias de la vida, me he puesto a repasar ortografía y literatura, y estudio todas las mañanas. Ahora también quiero introducir Arte y alguna cosilla más. Y ya empiezo a ver sus frutos 🙂

    Besos!!

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  6. Nieves dice:

    En mi aula mantengo la ilusion por el conocimiento de todo lo que nos gusta, recitar poesia, soplar pintura, mezclar colores, pringarnos de barro…porque las aulas se transforman despues de la etapa Infantil?????
    Expléndido post. Un saludo
    Nieves

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    • javierfpanadero dice:

      Yo diría que los años tienden a volvernos grises, serios y circunspectos… envejecidos. Pero hay que luchar por que haya luz de colores en nuestras vidas, y donde mejor se nos dé ayudar a otros a iluminar esa parcela… mientras dejamos que ellos nos ayuden en otras parcelas. Gracias y un saludo, compañera.

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  7. […] This post was mentioned on Twitter by Silvia González Goñi, efexam. efexam said: como justificar el estudio de tu asignatura a los alumnos, sin milongas http://goo.gl/sMocE […]

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  8. […] ya lo hablamos en aquella entrada (que os vuelvo a recomendar) “¿Para qué coño vale esto?”, a ver si ahora lo ponemos más […]

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  9. Hola. Estoy totalmente de acuerdo con lo que planteas en el artículo. Pero me pregunto si no se podría añadir un motivo más: para que nuestra sociedad sea más democrática. La escritora india Arundhati Roy ya lo dijo hace años, refiriéndose a su país: ¿Cómo puede ser democrático un país que posee la bomba atómica y en el que buena parte de la población no sabe leer ni escribir? (Lo siento, no puedo enlazar al artículo original, lo leí en El País hace muchos años, cuando internet aún no estaba tan desarrollada como hoy en día; supongo que se puede encontrar en la hemeroteca). Podríamos generalizar la pregunta: ¿Cómo puede ser democrático un país que necesita producir grandes cantidades de energía, por ejemplo, si la gente no sabe lo que es la energía, o los átomos, o no tiene ni idea del coste de producir acero, aluminio o silicio? En definitiva: la democracia exige esfuerzo. Ya me puedo imaginar la respuesta de los alumnos (he sido profesor durante muchos años): «¡La democracia es un rollo!» Pues la democracia es lo que tenemos, chavales. (Esta línea argumentativa nos metería en otro debate: el de apreciar la cultura del esfuerzo. La motivación no es que sea importante: es fundamental, pero también lo es el esfuerzo. Tengo la sensación de que hoy en día mucha gente, y los adolescentes en particular, creen que las cosas son gratis, que si cuesta el más mínimo esfuerzo es algo que no merece la pena hacer. Y creo que esta actitud es mortal en sociedades en las que se requieren ciudadanos cada vez más formados).
    También es totalmente cierto, y he podido apreciarlo en mis clases y en mi mismo, lo que dice Laube: cuando se explica el por qué de muchas cuestiones matemáticas, físicas o químicas, cuando se explica qué preguntas intentaban responder al plantear los teoremas o las leyes físicas que se plantearon los personajes que salen en los libros entonces es mucho más fácil despertar el interés de la gente (y especialmente de los alumnos).
    ¡Salud!

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    • javierfpanadero dice:

      Gracias por comentar. Sin duda el control de la información es una herramienta de poder, que usan con facilidad por el poco «apetito» que tiene la sociedad por el conocimiento. La libertad, la capacidad de elegir, sin una buena y suficiente información es solo humo. Llegará el día en el que la gente sienta ese deseo, no sabemos cuándo (ojalá sea pronto), lo que sabemos es que aunque no se puede hacer que la fruta madure antes de tiempo, tampoco puede evitarse que lo haga cuando llega el momento.

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  10. […] Esta pregunta, (disculpen el término) aparece de cuando en cuando en labios de profesores, padres o alumnos… y el resto del tiempo permanece latente en muchas de sus cabezas. Con frecuencia inten…  […]

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