Fragmentos de Libertad y el Enigma de lo Bello

Acutalización: Escuche la intervención de Ángel Gabilondo

Estos son los títulos de los dos primeros libros de la colección Dianoia de Filosofía para jóvenes y no tan jóvenes que publica la editorial Casus Belli. Sus autoras, respectivamente, María Victoria Gimbel y Dulce Expósito.

Ayer pudimos disfrutar de la interesante, emotiva e inspiradora presentación que llevaron a cabo Angel Gabilondo, ministro de educación, pero a la vez catedrático de metafísica y buen amigo de Mariví Gimbel; Eugenio Trías, un peso pesado en el mundo filosófico y el conocido psicoanalista Jorge Alemán.

Allí llegué por mi amistad de tantos años con Mariví Gimbel, compañera de trincheras y de compromiso vital en la educación secundaria y mi incipiente amistad con otra compañera, Dulce Expósito.

Sólo añadir que son unos libros estupendos que hablan, el de Mariví Gimbel sobre la Libertad y el de Dulce Expósito sobre la Belleza… nada menos(!), tema este último que sabéis nos encanta bajo la idea de, que Ockham me perdone, «una evidencia empírica de una realidad espiritual«.

Muy recomendables para cualquiera con inquietudes más allá de las funciones básicas corporales y para nuestros queridos alumnos (atención compañeros profes).

Creo sinceramente que este es un foro estupendo para hablar de libros así por muchas razones (aunque cualquiera de ellas sería suficiente): amistad, educación, y la filosofía como parte necesaria que completa nuestra formación personal, porque queridos amigos, la ciencia no es suficiente para llenar nuestra dimensión humana.

Fragmentos de Libertad

El Enigma de lo Bello

Artículo de Eugenio Trías sobre Fragmentos de libertad en el ABC

9 Responses to Fragmentos de Libertad y el Enigma de lo Bello

  1. Lola dice:

    Tomo nota, compañero. Mil gracias por esta información de primerísima mano.
    Un saludo.

    Me gusta

  2. Jose Miguel dice:

    Javi, querísimo amigo: cuando se usa la palabra «evidencia» (que la RAE define como «Certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar») como tú lo haces, no puedo evitar acordarme de la carta que Richard Dawkins le escribió a su hija, y que puede leerse en:
    http://www.diosesimaginario.com/index.php/2009/carta-de-richard-dawkins-a-su-hija/

    Con cariño, te sugeriría que no emplees indebidamente las palabras para arrimar el ascua a tu sardina 😉

    Me gusta

    • javierfpanadero dice:

      Amigo del alma… uy perdón, del alma no… bueno, tú ya me entiendes…

      Lo he puesto entre comillas, empírico en cursiva… porque creo que es evidente (ahora sí, literal) que uso esos términos con alguna licencia.

      Aparte de eso.

      Ya argumento en esa entrada anterior que el sentimiento de belleza es universal y no fruto de la razón discursiva, cosa que sí creo evidente.

      No creo que esa frase, insisto, entre comillas, con cursivas y remitiendo a una explicación más extensa, sea un argumento tramposo o falaz.

      Y a un traidor a la causa materialista como tú, que amas la belleza, el arte, la filosofía… no le será difícil poner en cuestión la «evidencia experimental» tal y como se usa en ciencia desde el punto de vista literal del diccionario o filosóficamente hablando.

      Me gusta

      • Jose Miguel dice:

        El sentimiento de Belleza no es universal: yo he visto belleza en un natural de Curro Romero, mientras que otros sólo veis barbarie ahí. Sin embargo, la velocidad de la luz es c, la mida quien la mida. O al menos, diremos que es c hasta que alguien encuentre un experimento que demuestre lo contrario (la ciencia es falsable), y una vez encontrado ese experimento, cualquiera que lo hiciese debería encontrar el mismo resultado: esa es la evidencia (universal y falsable) del saber científico. Que el ser humano trasciende y transforma la simple nutrición en gastronomía, la mera reproducción en sexualidad, un humilde recuerdo en poesía, etc.,no permite dar el salto de afirmar que existe el espíritu, el hálito divino, o cualquier otra cosa de ese estilo. Al igual que existen innumerables genes que nos hacen distintos a unos de otros, tenemos también incontables neuronas y conexiones neuronales (muchas de las cuales además no son fijas) que nos hacen complejísimos, caóticos y diferentes. De hecho, por eso somos fascinantes: el último eslabón de la Evolución (y NO del a Creación 😉 ).
        Estoy de acuerdo en que «la ciencia no es suficiente para llenar nuestra dimensión humana, pero añado que la espiritualidad no es necesaria para completar la dimensión humana. O dicho de otro modo: los ateos tenemos muchísimas inquietudes «más allá de las funciones básicas corporales», pero no nos hace falta apelar a entes espirituales para ello.

        Me gusta

      • javierfpanadero dice:

        Jose tío… me pides precisión. Yo no hablo de que compartamos el «objeto» que nos produce el sentimiento de belleza, lo que es evidente que no ocurre, sino el sentimiento en sí.
        No hace falta que me expliques lo de la falsabilidad, lo que te indico al final es que la definición del diccionario que tú traías a colación (“Certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar”) es inalcanzable porque no hay certezas, sino criterios de certeza, y tengo claro que el científico es el empírico. Pero vamos, en tanto que falsable una verdad científica ya no es «evidente» por tu definición.
        Por otra parte cuando hablo de «espiritual» lo hago como oposición al concepto puramente material, a lo que tú llamas inquietudes, no estoy apelando aquí a entes espirituales, no leas lo que no pone. En cualquier caso, el ente espiritual que está ahí todo el rato eres tú, amigo del alma… joé, otra vez el alma… perdón.

        Me gusta

  3. asjk dice:

    olee marivii xD

    Me gusta

  4. […] sólo nos quedan fragmentos de libertad ya lo sabíamos, el gran problema es cuando nos creemos que decidimos en libertad. Como otras […]

    Me gusta

Deja un comentario