Por sus obras los conoceréis… el experimento decide.

Casi siempre empiezo mis shows o mis charlas hablando del carácter práctico de la Ciencia.

Me encanta esto de que no importa quién «tan importante» dijo qué… o quien tan «poco importante» dijo lo contrario: El experimento decide.

Y, como tantas otras veces, me parece que esta actitud puede aplicarse estupendamente a múltiples aspectos de la vida cotidiana.

No sé si os lo habéis parado a pensar, pero este modo de proceder contrastando ideas, intuiciones o teorías con la experimentación es muy similar a la mejor tradición de la mística de muchas formas de espiritualidad. La mística se convierte pues en una «espiritualidad científica», y quizá la única que pueda practicar alguien intensamente racional y ligado a la ciencia.

Volviendo a la ciencia propiamente dicha, Este sentido «práctico», no necesariamente como «utilitarista», sino como orientado a objetivo creo que es un gran valor en la mirada al mundo que es la ciencia.

Me resulta muy interesante considerar también que práctico y materialista no es lo mismo. Yo puedo tomar acciones muy prácticas (muy orientadas a un objetivo e incluso muy eficientes) para mostrarle mi amor a Pepita, asunto este poco materialista. (Es amor del bueno…)

Por otra parte, me parece que es una «fuente de hermandad«. Hay multitud de ocasiones en los que nos matamos a discutir aspectos de importancia menor o asuntos teóricos que nos alejan, cuando nuestros hechos o nuestra labor práctica son similares…. a veces indistinguibles. Somos aliados ciegos.

Veamos un ejemplo. Respecto a las creencias sobre la muerte, nos encontramos con gente que cree que ahí acaba todo, otros creen que esta vida en la Tierra es única, siguiéndola después otra completamente diferente, y los hay que creen en la reencarnación (como si la vida aquí fuera una sucesión de cursos).

Sin entrar a valorar cada una. Las personas más lúcidas que integran los tres grupos tienen formas de proceder muy similares:  Centran su acción y focalizan su mente en el momento presente.

Aunque desde las tres posturas se puede elaborar un discurso que te lleve a la inacción o al egoísmo (tanto por aprovechar lo único que hay, como porque hay tiempo para «compensar»), insisto en que vemos a la «mejor gente» de cada tradición remangándose y poniéndose manos a la obra para construir un mundo mejor aquí y ahora, en multitud de ocasiones codo con codo.

Así pues, independientemente de nuestro discurso interior, de los detalles de nuestras ideas o creencias, es fácil encontrar una «hermandad práctica» entre la gente de bien, en la que es el «experimento» el que decide: «Obras son amores…» o esta otra «Por sus obras los conoceréis».

A este respecto escribí hace tiempo un texto que quizá os guste. Se llama «El Encuentro«, lo tenéis en español y en inglés. Me encantaría que, si os gusta, lo pusierais en circulación, porque creo sinceramente que es muy necesario que la buena gente se una de una vez por todas y tome las riendas de este planeta, en vez de tolerar que desde otros intereses se usen las distintas formas de poder para producir y aumentar el sufrimiento.

Imagen: Faraday en su laboratorio (wikipedia)

6 Responses to Por sus obras los conoceréis… el experimento decide.

  1. falsirego dice:

    Me encanta lo que dices, Javier.
    Y me gusta mucho que «milites» con tanta convicción en la idea del encuentro. Me sumo a tus palabras y las difundo.

    Un beso fuerte.

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  2. David dice:

    Siendo cierto, la verdad es que les va mejor en la vida a los que no siguen ese «Bien común». En referencia al relato que apuntas, yo tengo uno muchísisisisisímo mejor. Se titula Los que salen de Omelas. Creo que es de Robert A. Heinlen, autor de Tropas del Espacio (Starship troopers) que en su versión no-peliculera es toda una lección de qué es la guerra y a quién sirve.

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    • javierfpanadero dice:

      Depende de lo que definas como «irles mejor». En mi opinión no les va mejor.

      Sobre el texto que está enlazado, no sé si te lo habrás leído antes de comentarlo, porque no es un relato. En cualquier caso estoy de acuerdo en que cualquier relato es «mejor relato» que algo que no lo es.

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      • David dice:

        Claro que lo leí.¿Un montón de gente de distintos credos unidos por el bien común? La Historia nos enseña que eso es un cuento chino. En la línea de la mejor ciencia-ficción.
        Otra cosa es si es lo desable o no. Por definición la religión (como las «patrias» y los Clubs de Fútbol) se definen por el nosotros-estamos-dentro-y-ellos-no. Ergo la religión, que sí trajo consigo la consecución del Bien Común como objetivo, no es la herramienta adecuada. Tampoco la política. Para eso haría falta un «tejido social» más activo y cohesionado. Desgraciadamente lo único que tiende a juntar a gentes «diferentes» son los OT y GH de turno. Lamentable; lo sé. Pero desgraciadamente cierto.
        Aunque la entrada va en la buena dirección: la experiencia (entendida como experimento) nos enseña que ESO es justamente lo que mejor funciona. Pero hay demasiadas trabas psicosociológicas para poner el «Experimento Final» (nuestro LHC particular) en funcionamiento.
        Que conste que si hay algo en lo que creo firmemente es en que lo que define comunmente a la mayoría de seres humanos es el deseo de Justícia, entendida como fin del sufrimiento (propio en el caso de los egoistas, ajeno en caso de los filántropos).

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      • javierfpanadero dice:

        Ahí queda tu opinión. En cualquier caso los términos «cuento chino» o «imposible» y tu definición de religión son muy discutibles. Como también mi opinión está dada, ahí queda.

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