Incendios, seguridad y probabilidad

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¿Es un extintor un gasto innecesario? No has tenido que usarlo nunca, ¿verdad?

¿Es un casco de moto perder dinero en tonto? Has viajado muchas veces y aún no te has caído.

Como ya os habré contado, trabajo de profesor de secundaria, y hay un concepto que me cuesta transmitir a mis alumnos. Creo que es una cuestión principalmente de la edad, pero también me sorprende que, a veces, los adultos no lo tengan tampoco muy claro. Me refiero al término «peligroso».

En la práctica nadie mete el dedo en el fuego, porque te quemas. Si pones un dedo bajo una llama y esperas un momento te quemarás, y esto ocurrirá el 100% de las veces. Así que aprendemos rápido la lección y no lo hacemos.

El problema viene cuando determinada actividad no conduce necesariamente a un mal desenlace. Cuando la actividad es solamente «arriesgada«.

Tenemos numerosos ejemplos: Conducir sin casco o sin cinturón de seguridad (según vehículo), consumir tóxicos (drogas, alcohol, tabaco)…

Parece que la gente piensa algo como: «Bueno, hay dos posibilidades. Puede que salga bien o mal. Dos posibilidades, entonces un cincuenta por ciento cada una. Centraré mis expectativas en que salga todo bien (hay que ser positivo) y… a por todas!»

En fin, ¿qué os puedo decir?

Pues algo puedo decir, dos cosas.

1. Dos resultados posibles no implica que sean equiprobables (misma probabilidad)

Seguro que lo han experimentado con la lotería: puede que te toque y puede que no, pero lo cierto es que no te toca. De hecho, lo más probable es que no te toque.

No me parece mal que sigas echando, y bien divertido es cambiarse lotería con la familia en Navidad, pero el error viene cuando planeo mi vida confiando en unas probabilidades mínimas.

Voviendo a la lotería. Uno echa en Navidad, de acuerdo, pero esperas a ver si te toca para sincerarte con tu jefe y decirle todas esas cosas lindas que piensas de su familia, ¿verdad que sí?

Y, segundo…

2. No apuestes lo que no puedes permitirte perder.

Sólo con el punto primero, alguien podría decirme: «No llevaré casco en mi moto porque la probabilidad de tener un accidente es mucho menor que la de tenerlo, así que me organizo teniendo en cuenta los sucesos más probables.»

El error aquí es apostar lo que no podemos permitirnos perder: la salud o incluso la vida.

Este es el caso de la mayoría de los sistemas de seguridad.

No los necesitamos casi nunca, pero el día que los necesitamos… los necesitamos mucho.

Por eso no es un desperdicio de dinero instalar o mantener un sistema anti-incendios, alarmas, seguros, respetar normas de seguridad, etc, etc. No nos podemos permitir que el azar haga que se dé un suceso poco probable y que eso nos cueste nuestra salud, nuestras vidas o las de algún ser querido.

Para terminar, la sabiduría se encuentra con frecuencia en el camino del medio (una enseñanza budista), así que entre la visión del temerario (que no tiene nada en cuenta) y la del paranoico (que se ve paralizado buscando la ilusión de la seguridad completa) está la posición intermedia del que minimiza los riesgos pero vive en el mundo.

4 Responses to Incendios, seguridad y probabilidad

  1. Hola Javi. Interesante artículo. Es verdad, que por más que les digas e insistas a los adolescentes que una mínimas medidas de seguridad son necesarias en cantidad de actividades que implican cierto riesgo de sufrir accidentes, es como predicar en el desiertos. Debe ser cosa de la edad, de la necesidad intrínseca de la búsqueda del peligro… No sé, pero la realidad es que tienden a jugársela tontamente.

    Los años dan la experiencia para ver las cosas con cierta perspectiva. Mira, yo que ya he vivido algo, puedo decir que estoy vivo de milagro. Realmente he pasado por experiencias que bien podrían haber acabado con mi vida. Y no hablo de ir buscando el peligro cuando era más joven, hablo, por ejemplo, de cruzar una carretera y, por no mirar a los lados, estar a puntito de ser atropellado. Esto le puede pasar a cualquiera.

    Ahora bien, ir a buscar el peligro adrede es, cuando menos, de atrevidos; pero encima no tomar ninguna medida de seguridad, eso ya es de tontos (con perdón). Hablo de aquellos que, por ejemplo, hacen una escapida de fin de semana a la montaña para practicar escalada y no toman medida de seguridad alguna, jugándosela sin más. Hablo por ejemplo de los que conducen sin ponerse el cinturón de seguridad o llevan una moto sin el casco. Es que hay que ser…

    Al final, cada cual decide qué hacer con su vida. Ellos mismos. Pero el problema viene cuando por hacer lo que a uno le viene en gana (como conducir bebido) provoca innecesariamente accidentes a terceros. Esto ya no tiene perdón de Dios.

    Sigue así, Javi. Tu blog es necesario. Un fuerte abrazo y nos seguimos la pista.

    José Antonio.

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    • javierfpanadero dice:

      Hola Jose

      Sí que a veces es como predicar en el desierto, y hasta nosotros mismos somos/hemos sido imprudentes… pero de tanto decirlo de maneras distintas, un día oyes una que te llega a convencer. A ver si pillamos alguno…

      Un abrazo y gracias por todo.

      Seguimos en contacto.

      Javi

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  2. Sheila dice:

    Profeee!!
    Q speero Q tee haya guustaado la coloniia jaja sooy demasiiao gastona y no m daba pa mas jajajaj que te vamos a echar d menos y kiien diiga Q no ees mentiraaaaa valeee?? Q eeers uun profeeso0r suupeer agraadablee suuper siimpatiicoo y super majo se puede hblar cn tgo d todo y mxisimas gracias x las veces k m as exo abrir los ojos i las veces que me as exo rekapaciitaar mxas graciias d veerda aunQ no tee siirva d graan ayuudaa sty aQii para todo xQ cmo tu as diicho auunQ m deee ostiias siempre me acordare de lo que me deciaas y que mi vida ahora es mia y de nadie mas i tngo k depender de lo k kiero de verda graciaas i te exare de menos proofee 😀

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    • javierfpanadero dice:

      Muchas gracias por todo Sheila

      Una de las cosas difíciles de ser profes es pasarte la vida sembrando sin saber si valdrá para algo lo que haces. Por eso cuando recibimos vuestro cariño y vuestra respuesta, o cuando os encontramos unos años después y os va estupendamente, es una enorme alegría y hace que las cosas valgan la pena.

      Como os decía el otro día, todos estamos de paso siempre, pero también es cierto que el cariño compartido puede ser eterno. Así que en esta dualidad de temporalidad en lo externo y eternidad en lo interior habrá que moverse.

      Un abrazo y yo también os echaré de menos.

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